Con más de 60 participantes en el zoom, dió inicio a la actividad Mariana Barrera, productora de las sidras patagónicas Pülku, una bodega de sidra ubicada en Río Negro, que produce siete variedades de sidra envasadas en origen. Mariana centró su presentación en el Turismo Rural: cómo definirlo, qué lo diferencia y qué formas toma la ruralidad en el mundo ya que, según explicó, las nociones de Medio Ambiente y de no urbanidad no bastan para delimitarlo. “Cuando hablamos de ruralidad, no sólo hablamos de verde y campo, hablamos también de desprolijidad, de falta de recursos. La ruralidad fue idealizada por nosotros como la pampa, el asado y los gauchos”, dijo.
“En la actualidad, la mayor proporción de la población mundial vive en ciudades, grandes concentraciones de gente aglomerada en el %2 del territorio global, lo que genera una gran necesidad de “no ciudad”. Por esto, la oferta rural es desarrollo económico local”, explicó Mariana, quien es hija de Ernesto Barrera, ingeniero agrónomo que impulsó el turismo rural en la Argentina. Además, dedicó especial atención a las Rutas Alimentarias, ya que -aseguró- el 53% de los turistas se definen como turistas gastronómicos.
La charla continuó con la participación de Marcela Rienzo, Sommelier Internacional que forma parte de la Comisión Directiva de la Asociación Argentina de Sommeliers y desde hace 5 años comunica en el programa de televisión Cocineros Argentinos sobre vino y bebidas. Marcela hizo un resumen sobre el recorrido histórico y territorial de la uva y la industria vitivinícola. Analizando especialmente el caso de la producción en Argentina, en donde tiene la particularidad de desarrollarse entre los 800 y los 1.700 metros sobre el nivel del mar, mientras que en el 90% de la viticultura del mundo se produce a nivel del mar.
Marcela analizó la relación de la gastronomía y el vino, con la economía y cultura de cada región: “El Turismo es parte de la cultura del hombre desde siempre y la viticultura también.- dijo y agregó- Hay que pensar y definir el vino con la cultura del lugar en que se produce, lo cual incluye el clima, el suelo, el tipo de uva o de cultivo, y la mano de la persona que hace el vino. También podemos pensar en el vino como hilo conductor de nuestra geografía: de las 23 provincias, 18 elaboran vino a nivel comercial. El vino es motor de la economía regional a la vez que es el reflejo de la cultura del lugar”.

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