Escuela de Política y Gobierno, home, Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental, Instituto del Transporte
Estudiantes de la Escuela de Política y Gobierno, el Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental y el Instituto del Transporte, en conjunto con estudiantes de la Universidad de Buenos Aires, desarrollaron el proyecto “Balvanera 2030”, que resultó ganador de la convocatoria internacional organizada por la red C40 Cities. La propuesta apunta a reducir la emisión de gases en el barrio porteño mediante un modelo de transición hacia la sustentabilidad.
Facundo Mendoza es estudiante de la Licenciatura en Relaciones Internacionales en la Escuela de Política y Gobierno (EPyG) de la UNSAM y se enteró de la convocatoria “Students Reinventing Cities” a través de la Gerencia de Relaciones Internacionales de la Universidad. Enseguida habló con Sol Miller, estudiante de Ingeniería Ambiental en el Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (3iA) —a quien conocía de una visita a un centro de reciclaje—, y juntxs se embarcaron en el desafío de conformar un equipo interdisciplinario que les permitiera abordar la cuestión ambiental y de desarrollo local con distintas miradas. Pronto se sumaron Eugenia O’ Donnell, estudiante de Ingeniería Ambiental, y José Luis Ayala, estudiante de la Maestría en Política y Planificación de Transporte del Instituto de Transporte (IT). El equipo se terminó de conformar con cuatro estudiantes de la UBA: Trinidad Paternostro y Matías Lichtensztejn (Arquitectura) y Clara Oterwin y Federico Savio (Sociología).
“La conformación de este equipo fue clave”, aseguró Sol Miller. “Al principio, pensamos armar el equipo solo con compañeros de cursada, pero así habríamos sido todos de la misma carrera”. Si bien el desafío del proyecto era disminuir la emisión de dióxido de carbono, también presentaba muchas cuestiones sociales, económicas, habitacionales y urbanísticas por atender. “Nos dimos cuenta de que nos faltaban integrantes que conocieran esas temáticas”, contó Sol.
Una vez conformado el grupo de trabajo, lxs ocho estudiantes iniciaron la aventura: el concurso organizado por la red C40 Cities consistía en “reinventar” barrios en 18 ciudades del mundo a partir de ejes ecológicos e ideas basadas en la sostenibilidad, con el objetivo de lograr barrios más amigables con el ambiente. De esas ciudades, el gobierno de CABA designó Balvanera Sur como escenario para que los estudiantes pudieran aportar ideas, perspectivas y soluciones a las problemáticas ambientales.
El equipo caminó el barrio, conversó con la gente de la zona y estudió sobre normativas, arquitectura y ambiente. Además, investigó experiencias de otras ciudades y, en base a toda esa información, desarrolló un proyecto propio. “Hablar con los vecinos, conocer sus necesidades y dedicar tiempo para pensar cómo mejorar su calidad de vida fue muy gratificante”, contó Facundo Mendoza.
Por su parte, Eugenia O’ Donnell celebró las caminatas por el barrio y las charlas posteriores en las que compartían impresiones. “Ese momento era la hora más enriquecedora: cada uno y cada una tenía una mirada diferente, sobre todo por nuestras distintas carreras y formaciones. Pero como los conflictos estaban interconectados, necesitábamos soluciones interconectadas. En este sentido, fue fundamental contar con múltiples miradas desde distintas áreas disciplinares”.
En esa línea, José Luis Ayala destacó que “…cuando nos juntábamos, a pesar de venir de diferentes carreras, funcionaba porque hay algo en común. La UNSAM te da cierta metodología de trabajo: te permite abrir el enfoque y pensar integrando distintas disciplinas y ampliando el campo”.
El objetivo del proyecto “Balvanera 2030” se enfocó en la reducción de emisión de gases mediante un modelo de transición hacia la sustentabilidad pensado para que no altere la esencia del barrio. Algunas necesidades indisociables del barrio son el fomento a la cultura, la protección ambiental y el desarrollo económico. En base a esos ejes, surgieron las tres propuestas principales del proyecto: colectivos en las avenidas, corredores peatonales y un distrito sustentable.
“En nuestra propuesta se notó mucho la perspectiva social que da la UNSAM”, destacó Facundo. “Casi todos los proyectos restantes eran meramente arquitectónicos, no incorporaban lo social o cultural”. Una de las ideas de “Balvanera 2030” fue promover acuerdos de intercambio cultural entre la Ciudad de Buenos Aires y España, en particular con los gobiernos autónomos de Galicia, el País Vasco y Asturias. “En Balvanera hay una gran riqueza cultural e histórica vinculada con las comunidades inmigrantes y creemos que el barrio puede desarrollarse mucho a partir de ella”, completó Facundo.
Lo que sigue es todo un desafío: C40 Cities brindará al equipo la oportunidad de presentar el proyecto en el TEDx Countdown, un ciclo internacional de exposiciones sobre acción climática. “Ojalá esto sea solo el comienzo. Trabajamos con la esperanza de que el proyecto sea la primera ficha de un efecto dominó. Como sucede con muchos barrios, Balvanera necesita soluciones urgentes y reales”, apuntó Eugenia.
“Balvanera 2030” es un claro ejemplo de que hoy los proyectos —de cualquier tipo— requieren de un enfoque multidisciplinario. José Luis se refirió a la “receta secreta de la UNSAM” como la fórmula que permite lograr un “ida y vuelta” con compañerxs de otras disciplinas. “Nuestra universidad forma profesionales que pueden trabajar entre sí en un mundo cada vez más complejo y demandante en cuanto a soluciones, y que están a la altura de poder darlas”.