Lo había leído y lo admiraba mucho. Tuve el inmenso privilegio de conocer a José Nun personalmente cuando, gracias a mi querido maestro José Burucúa, fui invitada a ser profesora en el Instituto de Altos Estudios Sociales a comienzos de este siglo. Pepe había creado el IDAES y lo trajo a la UNSAM, salvándolo del naufragio de la Fundación Banco Patricios.
Lo había leído y lo admiraba mucho. Tuve el inmenso privilegio de conocer a José Nun personalmente cuando, gracias a mi querido maestro José Burucúa, fui invitada a ser profesora en el Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES), a comienzos de este siglo. Pepe había creado el IDAES y lo llevó a la UNSAM, salvándolo del naufragio de la Fundación Banco Patricios.
Nació allí una amistad entrañable y mi admiración nunca dejó de crecer junto al afecto. Pepe Nun fue un intelectual brillante y generoso maestro, hizo crecer al Instituto y nos hizo crecer a nosotros, mezclándonos, derribando fronteras entre las disciplinas. Un excelente ejemplo han sido y siguen siendo los Seminarios Generales de los lunes que continúan desde el origen mismo de su construcción de los estudios de posgrado y que nos han dado la oportunidad de escuchar y dialogar con grandes figuras intelectuales del mundo: de Roger Chartier, Giorgio Agamben, Griselda Pollock y Robert Darnton, entre tantas otras.
Y debo decir que nunca abrigué tantas esperanzas respecto del destino de la Argentina como en el primer gobierno de Néstor Kirchner, cuando Pepe fue convocado como secretario de Cultura de la Nación. No todas sus expectativas e ideales pudieron concretarse, pero muchas sí, y dejó una huella imborrable como modelo de intelectual comprometido con una causa en la que se embarcó lleno de esperanzas.
Hoy, en el preciso día del aniversario de quien lo había convocado a semejante desafío, se nos fue Pepe Nun.
Infinita tristeza.
Escuela Interdisciplinaria de Altos Estudios Sociales, Homenaje, IDAES. Escuela IDAES, Jose Nun, Laura Malosetti Costa