Escuela de Ciencia y Tecnología, home, Instituto de Investigaciones Biotecnológicas
Dos de los ocho grupos que competirán por hasta 50 mil dólares a fines de noviembre están liderados por graduadxs e investigadorxs en la Escuela de Ciencia y Tecnología y el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas de la UNSAM.
Por Alejandro Zamponi
Tienen menos de 35 años, se formaron en la UNSAM y sus emprendimientos tecnológicos se destacan a nivel nacional, tras ser seleccionados como finalistas en la décima edición del concurso organizado por el Instituto Balseiro (IB), perteneciente a la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y la Universidad Nacional de Cuyo.
Los objetivos del Concurso IB50K son fomentar la creación o desarrollo de empresas de innovación tecnológica; promover la capacidad emprendedora de alumnos y jóvenes profesionales; e impulsar el desarrollo tecnológico-industrial del país. Tres campos en los que la UNSAM ha construido una tradición. De allí que no sea sorprendente que en esta oportunidad, dos de los ocho proyectos finalistas, estén liderados por graduadxs, becarixs de posgrado e investigadorxs de la UNSAM: Flexidish y HPV test.
La selección de los proyectos finalistas se hizo de acuerdo a un sistema de ponderación numérica, que consideró el grado de innovación, las oportunidades de negocio, la calidad y amplitud de cada equipo, y la madurez de cada proyecto por separado. Las propuestas de 2020 consiguieron correr la vara del record de seis a ocho proyectos finalistas, por primera vez en diez ediciones. El listado completo se puede consultar aquí.
La final tendrá lugar el viernes 27 de noviembre, será abierta al público y se realizará bajo la modalidad 100% online, con la idea de festejar y compartir la “Experiencia IB50K” en todos los rincones del país. Se otorgarán premios por hasta 50 mil dólares para los mejores tres proyectos y otros 15 premios, por iniciativa de algunas de las importantes empresas e instituciones que patrocinan el certamen.
Los proyectos finalistas UNSAM
Flexidish
El proyecto Flexidish está orientado a un público muy específico: investigadores del campo de la biología. Se trata de un dispositivo para cultivar células in vitro sobre un sustrato flexible, en lugar de vidrio o plástico. Existen equipos similares en el mercado, pero son menos accesibles por su mayor costo, tamaño y peso. El objetivo es que deje de ser un equipamiento exclusivo de algunos laboratorios, para ser instrumental básico de cualquier laboratorio de biología.
“La idea es poder cultivar células sobre una membrana flexible. Esto permite que se puede estirar hasta un 25% y que el cultivo no esté siempre en reposo, como sucede fuera del laboratorio. De esta forma es posible estudiar qué mecanismos se activan en las células”, explicó Leonardo Casal, uno de los primeros doctores en Ingeniería de la UNSAM y líder del proyecto.
El proyecto nació en 2016, a partir de una convocatoria de la Fundación FUNINTEC de la UNSAM para proyectos interdisciplinarios. Por entonces una investigadora del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB), Ana Sanchez Gonzlez Wusener, precisaba un equipo de este tipo y promovió la conformación del grupo para poder desarrollarlo, junto con Leonardo Casal, y su co-directora Élida Hermida, a cargo del Laboratorio de Biomateriales, Biomecánica y Bioinstrumentación (Lab3Bio). A partir del financiamiento otorgado por FUNINTEC se incorporó al proyecto la estudiante de ingeniería Biomédica de la UNSAM Camila Ruiz e Ignacio Ruiz del Lab3Bio. El primer prototipo se completó en 2018.
“Después de que me doctoré en 2019 pude agarrar el proyecto más en serio. Soy ingeniero y la idea no era que lo que habíamos hecho quedara guardado en un cajón, ni que fuera algo que sirvió para una sola vez. Como estaba el concurso IB50K y la edad límite para presentarse es 35 años, que es la edad que tengo yo, decidí armar un grupo con perfiles complementarios”, contó Leonardo, quien actualmente realiza un posdoctorado bajo la dirección de Hermida.
El grupo liderado por Leonardo Casal está integrado en su composición actual por: Gastón Quispe, quien ya completó la cursada de la carrera de diseño industrial en la Universidad de Palermo y aporta a Flexidish en el marco de su proyecto final de biodiseño; Matías Perrone, quien está completando su doctorado en Ciencias Aplicadas y de la Ingeniería de la ECyT, UNSAM, donde también se formó como biotecnológo; y Agustina Casal, magíster en Marketing y Comunicación, abogada, y periodista.
“Todos los proyectos finalistas están muy buenos. Además de la diversidad temática, hay una diversidad en lo ambiciosos que son. El nuestro tiene la ventaja de ser simple y factible de realizar en el contexto de la economía argentina”, evaluó Leonardo.
En enero de 2020 se presentó un Formulario de Invención ante la Secretaría de Vinculación y Transferencia del CONICET, y se obtuvo un análisis de patentabilidad favorable. Se redactó una solicitud de patente que fue presentada al Instituto Nacional de la Propiedad Industrial (INPI) en junio pasado, cuyos titulares son la UNSAM y CONICET.
HPV Test
El proyecto HPV test consiste en un kit de diagnóstico rápido para el Virus del Papiloma Humano (HPV), el principal agente etiológico del cáncer de cuello de útero (CCU). Este kit está compuesto por una tira reactiva (similar a un test de embarazo), el cual podrá comercializarse como un producto médico, y podría complementarse con el conocido método de tamizaje estándar, la prueba de Papanicolau (PAP). Este desarrollo se posiciona dentro de las tecnologías PoC (Point of Care), las cuales consisten en dispositivos robustos en almacenamiento, fáciles de usar, y que arrojan resultados concordantes con aquellos establecidos por métodos convencionales de laboratorio. El CCU es el segundo cáncer más diagnosticado en mujeres entre 35 y 64 años en Argentina. HPV test se propone aumentar el acceso de las mujeres a los tamizajes para prevenir el CCU.
El proyecto es liderado por la investigadora del CONICET en el IIB, Daniela Castillo, con el apoyo de la becaria posdoctoral Julieta Roldán.
“Actualmente se considera que el CCU es una enfermedad de la pobreza. Este hecho se explica fundamentalmente por la falta de acceso de las mujeres socialmente vulnerables a los programas de tamizaje. HPV test permitirá reducir el impacto socio-económico en dicha población, ya que las mujeres podrán acceder a un método de tamizaje de bajo costo, confiable y específico; el cual eventualmente podrían utilizar ellas mismas sin necesidad de acudir a una institución de salud para llevar a cabo el diagnóstico”, señaló Daniela.
No es la primera vez que Daniela es finalista en IB50K. En 2016 integró el grupo liderado por Alejandro Cassola y Juan Polledo que obtuvo dos menciones por el desarrollo de kits de diagnóstico basados en anticuerpos monoclonales (clic aquí). En esa ocasión, la aplicación apuntó al diagnóstico de pacientes infectados con Zika, proyecto que actualmente dirige Daniela.
En esta ocasión, Daniela llega como protagonista, con más experiencia y con el empujón de haber ganado el concurso Udesa Start Up Competition 2019 con el proyecto HPV test.
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