El Observatorio Interuniversitario de Sociedad, Tecnología y Educación (OISTE) presenta los resultados preliminares de la Encuesta acerca de la Enseñanza y el Aprendizaje en Tiempos de Aislamiento Social.
En contexto de Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio por COVID-19, el sistema educativo argentino tiene el desafío de asegurar la continuidad de la educación formal y adaptar sus estrategias pedagógicas a la modalidad digital. Frente a este panorama, el Observatorio Interuniversitario de Sociedad, Tecnología y Educación (OISTE), integrado por la Universidad Nacional de José C. Paz (UNPAZ), la Universidad Nacional San Martín (UNSAM) y la Universidad Nacional Pedagógica Nacional (UNIPE), presenta los resultados preliminares de la Encuesta sobre Enseñanza y Aprendizaje en Tiempos de Cuarentena.
Del 14 de abril y al 16 de mayo, más de 5 mil estudiantes, familias, docentes y directivos de todo el país fueron encuestados con el objetivo de sondear las principales acciones, plataformas y estrategias pedagógicas aplicadas en toda la Argentina.
“Las primeras impresiones derivadas de las voces de los actores educativos que participaron de la encuesta nos dicen que valoran y celebran la posibilidad de continuar dando clases y, más allá de los problemas, se animaron a explorar nuevos recursos para superar la situación de confinamiento”, cuenta Fernando Bordignon, miembro del equipo de investigación del OISTE e impulsor de la encuesta.
Entre los principales datos a los que accedió el OISTE, destacan la desigual velocidad de conexión entre la región centro y el interior del país y la puesta en valor del rol del Estado como garante de la reducción de la brecha digital, educativa y social. También se observa como un buen indicador que los docentes exploran y adaptan sus propuestas a nuevas herramientas —en particular, plataformas y servicios educativos—, las cuales hacen posible la mediación docente.
Bordignon remarca que estas experiencias, en un escenario futuro, podrían “llevar el aula por caminos que permitan mejorar nuestra educación, haciéndola más inclusiva. Gran parte de esto dependerá de tener un Estado presente, con políticas educativas concretas que permitan mejorar nuestra soberanía tecnopedagógica”.
El Observatorio entiende que “este período de digitalización de materiales y de revisión de propuestas de enseñanza, más allá del retorno al espacio físico institucional, en un futuro próximo podría sedimentar en elementos de valor que permitirían enriquecer el paso por las aulas de nuestros estudiantes y un acompasamiento con ciertas prácticas sociales que hasta el momento solo habían ingresado parcialmente en el espacio áulico”.
Contacto: fernando.bordignon@unipe.edu.ar (Fernado Bordignon, Comité Ejecutivo OISTE)