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Investigadorxs del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas y del Instituto de Nanosistemas participaron del primer encuentro virtual del ciclo “UNSAM responde sobre ciencia” en el que explicaron las claves para entender la pandemia, el virus y las políticas que intentan controlar su expansión. Participaron del encuentro alrededor de 100 estudiantes, docentes y no docentes.
Los números, hipótesis, suspicacias y proyecciones sobre el Covid-19, además de su distribución global y su evolución futura, siguen a las personas en todas las pantallas en las que habita y se mueve. En los ecosistemas digitales conviven notas e informes que explican y agregan valor con coberturas sensacionalistas que crean alarma a partir de datos descontextualizados o directamente fake news. Las comunidades universitarias habitan esos ecosistemas, y también producen y consumen contenidos sobre el coronavirus. Por eso el primer encuentro virtual del ciclo “UNSAM responde sobre ciencia”, organizado por el Vicerrectorado de la Universidad y del que participaron científicxs, estudiantes, docentes y no docentes, fue dedicado exclusivamente a la pandemia.
¿De dónde sale este nuevo virus? María José Gattas, investigadora del Instituto de Nanosistemas (INS), lo explicó así: en diciembre de 2019 en tres hospitales de la ciudad de Wuhan (China) aparecieron pacientes con neumonía viral sin causa identificada. Mediante una investigación se determinó que todos ellos habían concurrido al mercado de Wuhan. Luego, aislaron el virus desconocido e hicieron la secuencia genómica completa. “Cuando vieron la similitud con el virus SARS-CoV —que circuló en 2002— lo llamaron SARS-CoV-2. Luego, en un análisis filogénico determinaron que el nuevo virus tenía arreglos gnómicos muy parecidos a las dos cepas de coronavirus que infectan a murciélagos, llamadas SL-CoVZC45 y SL-CoVZXC21”, aclaró.
Gattas detalló la estructura del virus SARS-CoV-2 y el proceso por el cual ingresa a las células pulmonares (Ver nota relacionada). “Una vez que ingresa el virus a la célula, empieza a generar múltiples copias de su genoma y, usando la maquinaria celular, genera las proteínas necesarias para formar toda la estructura. Luego, las partículas virales salen de la célula e infectan a las células de todo el tejido”.
Luciano Melli, docente del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB) e investigador de CONICET con lugar de trabajo en la empresa de base tecnológica Chemtest, habló sobre la gestión de la pandemia en el país e identificó los síntomas fiebre +37,5º, dolor de garganta, tos, dificultad respiratoria y pérdida del olfato como los considerados para determinar casos sospechosos. “Cuando hay un caso sospechoso se realiza el diagnóstico RT-PCR. Si da positivo, el caso se reporta de inmediato al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud del Ministerio de Salud de la Nación”, dijo.
Luego, el investigador explicó la diferencia entre los test moleculares o directos —basados en la detección del RNA del virus— y los serológicos o indirectos —basados en la detección de anticuerpos como respuesta inmune del organismo—. “El test molecular da la prueba inequívoca de que hay infección por SARS-CoV-2, pero la obtención de la muestra es complicada y requiere de la infraestructura y de personal altamente calificado para manipular las herramientas. Los desafíos de este diagnóstico están en generar plataformas portátiles para descentralizar al centro de referencia y llevar el diagnóstico a lugares más alejados”, dijo Melli y completó: “Los test serológicos se utilizan para estimar variables epidemiológicas y la distribución del virus. Por ejemplo, cuánta transmisión comunitaria hubo, o identificar a la población inmune”.
Diego Álvarez, virólogo e investigador del IIB, se refirió a la importancia de los tests y fundamentó que “testear es necesario para detectar casos y saber cuál es la situación sanitaria”, pero aclaró: “El número de tests por millón de habitantes no es un buen indicador. El número de casos positivos por test realizados es más útil porque da cuenta de cómo se está expandiendo la pandemia en la población de un país”.
El investigador dijo “más testeos por millón de habitantes no nos da datos representativos acerca de cuál es la situación de la pandemia. Sin embargo, los recursos para testear son limitados y las autoridades sanitarias tienen que decidir a quién testear. Lo que normalmente se hace es reservar los test para grupos de alto riesgo”, y concluyó: “Aplanar la curva es el resultado de conocer bien la biología del virus, implementar buenas estrategias de testeo y buenas estrategias de control de la pandemia”.