Por Ivana Blanco. Fotos: Juli Jons

El derecho a la educación es una herramienta fundamental para pensar la reinserción social de las personas privadas de su libertad. Y esa reinserción debe comenzar dentro de la misma cárcel. Cuando hablamos de educación en contextos de encierro no hablamos de la educación que se da en una escuela linda, grande, con proyectores y computadoras, sino en la que surge de los propios estudiantes, de su voluntad de aprender, de investigar, de buscar información y de descubrir cosas nuevas. 

El Centro Universitario San Martín (CUSAM) es un espacio educativo creado por la UNSAM en el interior de la Unidad Penal N.° 48 de José León Suárez. Su oferta curricular incluye las carreras de Sociología y Trabajo Social, dictadas por el IDAES, además de talleres artísticos y de oficios.

Este año, el Instituto de Artes Mauricio Kagel (IAMK) y Lectura Mundi sumaron a esa oferta la Diplomatura Universitaria en Arte y Gestión Cultural, una propuesta de formación transdisciplinaria que brinda herramientas para incentivar el proceso de transformación social a través del arte. La Diplomatura se inspira en los diez años de experiencia del CUSAM, pero también en la trayectoria de los estudiantes que, después de recuperar su libertad, fundaron centros culturales en sus barrios. 

El día del lanzamiento

Fue el miércoles 15 de mayo en el patio del CUSAM. Familiares, profesores, directivos, funcionarios; todos y todas estuvieron allí para celebrar la concreción de la Diplomatura en Arte y Gestión Cultural, un nuevo espacio formativo que contempla y afianza lo que muchos de ellos ya son —artistas—, pero que también otorga la certificación necesaria para tener igualdad de oportunidades. 

“Durante los diez años en que me dediqué a investigar qué significa el arte, pude atravesar los muros y cuestionar los prejuicios sociales que me cegaban y me impedían ver más allá. El arte y la educación irrumpen, nos permiten ver el mundo de otra forma, con otra perspectiva. Hoy veo cómo ellos se liberan a través del arte y es una emoción inexplicable”, dijo Diego Tejerina, sociólogo recibido en el CUSAM y ahora docente de la institución.

Para Renzo Salles, estudiante de la Diplomatura, la carrera brinda herramientas para conseguir un futuro mejor. “Necesitamos que nos ayuden en nuestra reinserción, nosotros seguiremos resistiendo para alcanzar un futuro digno. Hoy venimos a romper los prejuicios que existen acerca de la cárcel. Acá no todo es violencia y delincuencia, el cambio verdaderamente existe”, dijo.

Diego Tejerina

Por su parte, la decana del IAMK, Laura Malosetti Costa, dijo: “Esta es una de las iniciativas que más nos emociona porque entendemos al arte como una herramienta cargada de futuro, un arma cargada de libertad. El arte nos ayuda a transformarnos a nosotros mismos y a los otros, aunque sea movidos un milímetro del lugar en el que estábamos ayer. Con nuestro equipo queremos que esta Diplomatura les permita imaginarse como artistas allá afuera y que también puedan ayudar a las generaciones futuras con su ejemplo”.

Del lanzamiento participaron Gabriel Katopodis, intendente de San Martín; Carlos Greco, rector de la UNSAM; Alexandre Roig, secretario académico; y Lalo Paret, responsable de Articulación Territorial de Lectura Mundi.

Durante la jornada, el IAMK donó instrumentos para el CUSAM (5 violines, 1 violoncello y 1 contrabajo). Además hubo presentaciones de teatro, música y textos literarios a cargo de artistas del CUSAM y de estudiantes de la Licenciatura en Música Argentina y en Artes Escénicas con Focalización en Artes Circenses. 

Leé la crónica de Víctor Jesús Vega Saucedo, estudiante del Taller de Crónica del CUSAM, acá.

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