Dirección de Género y Diversidad Sexual
El consentimiento, la autonomía y el derecho a elegir sobre nuestros cuerpos son principios feministas que hoy resuenan más que nunca en la lucha de las mujeres y disidencias en el escenario local.
En sus negociaciones con esferas institucionales y políticas, los grupos conservadores nos recuerdan a diario que los cuerpos de quienes no corresponden con la masculinidad blanca, cis y heterosexual, es decir, las mujeres cis, las travas, las y los trans, las lesbianas y cualquier persona que se identifique con la diversidad, deben continuar siendo evaluados y controlados.
Estas ideas panfletarias pueden rastrearse en investigaciones cuantitativas desarrolladas por instituciones que reflexionan en clave feminista. A través de la consultora de opinión pública Pascal y de la Dirección de Género y Diversidad Sexual, la UNSAM realizó en 2018 un estudio sobre los distintos debates del feminismo en el país. Se consultó sobre aborto, violencias de género y cuidados.
Uno de los datos más destacados fue el amplio grado de conocimiento que los y las argentinas tienen sobre experiencias de aborto. El 53 % de las personas encuestadas conocían a alguien que se realizó un aborto. Un segundo dato que aporta a la lucha por la interrupción legal del embarazo es que otro 63 % considera que una mujer que se hizo un aborto no debería ir presa. Esta cifra indica que en el ideario argentino hay una mirada antipuntivista sobre el tema. Incluso un 38 % acepta que la mujer que no se considera en condiciones de continuar con el embarazo tiene derecho a abortar.
Para que el aborto sea un tema de salud y de educación pública desde una mirada feminista es necesario que se implementen programas en todo el país sobre educación sexual integral, en los que se problematicen la agencia, los deseos y las elecciones de los sujetos en un marco de respeto por los y las otros y otras.
En un contexto de creciente visibilización de casos de violencias, feminicidios y trasvesticidios, también se consultó sobre los diferentes ámbitos en los que se producen violencias. El espacio público es un ámbito de riesgo: el 38 % de las mujeres recibió comentarios desubicados y/o discriminatorios en relación con su género u orientación sexual. Una violencia similar experimentan las mujeres en el hogar: el 39 % recibió agresiones, insultos o golpes. En cuanto a la violencia económica basada en el género, tema aún invisibilizado dentro de los estudios sobre violencias, la encuesta arroja que un 22 % de las mujeres vio limitados o controlados los gastos en el hogar por parte de su pareja.
En este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, que representa y condensa la lucha constante e incansable de las mujeres, las lesbianas, lxs trans y las travestis por la igualdad de condiciones, estas cifras nos permiten dimensionar la magnitud de los frentes contra los cuales debemos seguir peleando no solo en las calles, sino también en la generación de estrategias políticas e institucionales de acción colectiva.