La apertura del Encuentro de Mujeres y Disidencias estuvo a cargo de Yanina Aricuri, del Instituto De Altos Estudios Sociales (IDAES); Ailén Beruti, de la Escuela de Economía y Negocios (EEyN); Belén de la Paz Sobral, de la Escuela de Humanidades; y Vanesa Vázquez Laba, titular de la Dirección de Género y Diversidad Sexual.

De la Paz Sobral, quien además forma parte del Frente Estudiantil Somos UNSAM, destaca la importancia del evento.

¿Cuáles fueron las motivaciones para pensar un encuentro de mujeres y disidencias en la universidad?

El 2018 estuvo marcado por el impulso de la ola verde de las mujeres y los cuerpos gestantes en el punto clave de una lucha que se viene dando desde hace años en el seno del feminismo argentino y latinoamericano: el derecho a poder decidir sobre nuestros cuerpos. Las mujeres y disidencias comenzamos a tomar consciencia en todos los ambientes en los que nos desarrollamos y la universidad no fue una excepción.

Desde las aulas y los pasillos, les compañeres susurramos, hablamos, gritamos; nos confiamos les unes a les otres cosas que antes guardábamos para nosotres, porque las creíamos normales, las naturalizábamos. De esta manera, vamos tejiendo una red de contención donde ya no aceptamos ningún tipo de violencia o desigualdad. Más allá de contar con los necesarios espacios institucionales sostenidos por la Dirección de Género y Diversidad Sexual, para hacer consultar referentes a las violencias y sexualidades, salud sexual reproductiva y no reproductiva, comenzamos a sentir que en este proceso que veníamos atravesando nos hacía falta algo más.

¿Cómo creen que impactó el encuentro en las y los estudiantes de la Universidad?

Fue importante para pensarnos en los espacios que ocupamos y en los que queremos ocupar. Conversamos acerca de las tensiones que nos atraviesan en la universidad como institución, como estudiantes docentes y nodocentesn sobre nuestro rol en las artes, sobre cómo la economía y sobre cómo las políticas neoliberales impactan negativamente principalmente en nosotres como primeres damnificades, repensamos nuestras formas de vincularnos sexoafectivamente, reflexionando cómo el sistema patriarcal y capitalista influye en nuestra forma de relacionarnos y trabajamos en la inclusión de las voces del feminismo popular atravesando el campo académico. Nos escuchamos, nos repensamos, nos conectamos. Seguimos tejiendo esta red sorora.

¿Que desafíos para el 2019 tiene el claustro estudiantil a partir de la experiencia del encuentro en la UNSAM?

Sostenemos como estudiantes que nuestro rol debe ser repensar el modo en el que somos formades en la universidad y, a partir de un rol propositivo pero determinante, comenzar a desarmar y reconfigurar este conocimiento. Una nueva forma de pensar el conocimiento en clave feminista no puede ser impositivo, tiene que incluir a las voces eternamente dejadas de lado en un proceso revolucionario que impacte en todas las ciencias. En este sentido, nos tenemos que seguir construyendo como futures profesionales a partir de esta red sorora. Una nueva forma de relacionarnos es también una nueva forma de concebir a la universidad y al saber que en ella se imparte.

#idaes20años, EEyN, EPyG, Escuela de Humanidades, IAMK