Alicia Penalba (1913–1982) es considerada una de las más influyentes escultoras argentinas del movimiento de arte abstracto no figurativo. Instalada en Francia en 1948, comenzó a incursionar en el arte abstracto presentando en 1957 sus primeras esculturas de bronce, las cuales representaban tótems. Fue el inicio de una prolífica carrera en la que abundaron grandes piezas verticales y horizontales.

Sus obras integran las colecciones del Museo Nacional de Bellas Artes, la Colección de Arte Amalia Lacroze de Fortabat (Buenos Aires), el Centre Pompidou (París), el Brooklyn Museum, The Schulhof Collection (Nueva York), el Dallas Museum of Fine Arts (Dallas), el Hirshhorn Museum and Sculpture Garden (Washington), la Fondation Pierre Gianadda, el Martigny Zentrum, el Zentrum Paul Klee (Berna); el Rijksmuseum Kröller-Müller (Otterlo); el Museu de Arte Moderna (Río de Janeiro); el Museo de la Solidaridad Salvador Allende (Santiago de Chile); y el Museo de Bellas Artes de Caracas (Caracas).

El extenso fondo archivístico que será donado a la UNSAM incluye la colección personal de libros, recortes, documentos y material epistolar que la artista intercambió con figuras como Rafael Squirru, Romero Brest y Pablo Neruda. Al respecto, el director del Centro de Estudios Espigas, Agustín Diez Fischer, destacó la importancia de la donación: “Alicia Penalba es una de las grandes escultoras argentinas. Gran parte de su trayectoria la realizó en Francia, por lo que tener su archivo en Buenos Aires para la consulta pública permitirá el inicio de muchas investigaciones. También es significativo por la cantidad de intercambios que sostuvo con artistas de todo el mundo, una red de colaboraciones que se podrá reconstruir a partir del material epistolar”. Por último, Diez Fischer señaló que el acervo documental “aportará al campo de la investigación sobre artistas mujeres, históricamente desmerecidas por la historia del arte”.