Dirección de Género y Diversidad Sexual

Comunicado del Programa Contra la Violencia de Género: Una vez más, el desafío será mirarnos a los ojos

Desde el Programa Contra la Violencia de Género de la UNSAM queremos expresar nuestro repudio a un episodio violento por el cual han sido afectadas estudiantes del Instituto de Artes Mauricio Kagel y también distintas organizaciones que militan temáticas de género.

En el mes de agosto un grupo de estudiantes de la Licenciatura en Fotografía se iniciaron en un proyecto fotográfico y audiovisual orientado a la diversidad, mujeres cis, transgénero, travestis, lesbianas y bisexuales de la Universidad, en el cual las personas retratadas fueron invitadas a mirar fijamente a la cámara.

El desafío consistía en mirarnos a los ojos, derribar la incomodidad que es difícil de sostener y apelar a un respeto mutuo de todos y de todas, para generar un espacio de reflexión sobre la problemática de la discriminación y violencia de género dentro del ámbito institucional.

Hace algunas semanas varios afiches que difundían esta propuesta y otros referidos a movimientos feministas, fueron intervenidos anónimamente con viñetas autoadhesivas.

En ellas se muestra a un hombre sentado en una silla, teniendo sobre sus piernas y boca abajo, a una mujer, golpeándola a modo de reprimenda por haber “pegado cartelitos”. Ella responde en su cuadro de diálogo asumiendo haber sido “una chica mala” y prometiendo no volver a hacerlo. El título de la imagen alude a lo que debe hacerse con las “mafias feministas”.

Esto constituye un acto de violencia simbólica, que de acuerdo a la Ley Nacional 26.485 es aquella que “a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, íconos o signos transmita o reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”, la cual, según la Convención de Belém Do Pará (Ley 24.632) es el sustrato esencial de la violencia de género.

Al respecto algunas observaciones sobre lo que nos preocupa:

  • Que el mensaje de la viñeta sea un intento explícito de establecer jerarquías entre los géneros, el mismo se expresa en la imagen de un varón castigando a una mujer por conductas que él desaprueba, así como en la infantilización de ella, al retratarla en una posición que recuerda a una persona adulta “castigando” a un niño o niña. La situación presenta a su vez componentes que intentan ser eróticos, como la vestimenta y gestualidad de los personajes, cuando diariamente nuestros esfuerzos se dirigen a separar el sexismo y la misoginia del erotismo para construir vínculos basados en el respeto y la equidad.
  • Que se asocie a los movimientos feministas con “mafias”, es decir, como criminales organizadas, es estigmatizante. Este mensaje se dirige a gran cantidad de estudiantes, docentes y no docentes de nuestra Universidad que trabajan cotidianamente para construir un mundo más justo en términos de género.
  • La intención de frenar mediante amenazas de castigo el activismo de las agrupaciones que militen temáticas de este tipo. Más allá de las intenciones de la(s) persona(s) que impulsaron este “chiste” y del tiempo que dedicaron a esta tarea, que supuso la impresión de la imagen y la distribución en afiches de diversos lugares del campus, el mismo busca amedrentar la lucha por la igualdad de género y a las personas que las llevan adelante, y esta actitud, no sólo es moralmente reprochable sino que infringe, además, las pautas de convivencia de nuestra Universidad.

Desde el año 2015, la Universidad cuenta con un Protocolo para la actuación en situaciones de discriminación por razones de género y/o violencia de género de la Universidad Nacional de San Martín (RCS 230/15), según el cual, los hechos anteriormente señalados constituyen una falta grave pasible de sanción. En este caso las estudiantes han decidido utilizarlo para concientizar a la comunidad universitaria en relación a la violencia que puede subyacer tras un “chiste”. En estos casos apelar al “sentido del humor” no es más que un recurso para continuar naturalizando la injusticia y banalizar el reclamo de quienes la denuncian.

Instamos a quien(es) haya(n) cometido el hecho a cesar en sus prácticas y a toda la Comunidad UNSAM a informarse sobre estos temas, participar de nuestras actividades o de los múltiples espacios de capacitación que ofrecemos y acercarse, ante cualquier duda sobre violencia o salud sexual, a nuestro servicio de consejería integral. Es gratuito y confidencial (solicitud de entrevistas a consejeria@unsam.edu.ar)

Por último, celebramos la iniciativa de las estudiantes de la Licenciatura en Fotografía y de todas las agrupaciones que trabajan las temáticas de género.

En consonancia con el espíritu de la propuesta, apostamos al desafío de volver a mirarnos a los ojos, para que esta vez la respuesta no sea la agresión sino la reflexión y el compromiso por hacer del ámbito universitario un espacio libre de todo tipo de violencias.

Nota actualizada el 7 de noviembre de 2017

Un comentario

  1. Gerardo Castro dice:

    Desconocía lo sucedido, vergonzoso… e inadmisible en una universidad, donde se supone que la razón impera sobre el fanatismo y el prejuicio.
    Hay que insistir, a la larga es la educación lo que cambia las cosas.

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