Por Gaspar Grieco | Fotos: Pablo Carrera Oser

“Si tuviera que elegir un calificativo que resumiera todo lo que es Fernando Calderón, sería el de ‘maestro’. Hay escrita en su biografía una parte importante de la historia de Latinoamérica y su vida intelectual”, expresó el rector Carlos Ruta en la apertura de la ceremonia.

Luego, Ruta brindó un mensaje a los estudiantes y docentes que asistieron al evento: “El desafío de la universidad es que podamos vivirla como esa búsqueda de la luz de nuestros jóvenes, que nos ayude a tener la lucidez para entender el mundo y poder ofrecer una esperanza”.

A su vez, el exdecano de la Escuela de Política y Gobierno Marcelo Cavarozzi resaltó la trayectoria intelectual de Calderón. “Este es un homenaje a un notable investigador, un constructor de instituciones, un gran sociólogo latinoamericano y un verdadero maestro”, aseguró, y señaló que “los trabajos de Fernando contribuyen a repensar la democracia latinoamericana en su relación con el capitalismo”.

Luego, Ruta hizo entrega del título de doctor Honoris Causa a Calderón, quien también recibió el distintivo de la UNSAM.

Una mirada local sobre América Latina

“Es un honor y una inmensa alegría recibir este doctorado Honoris Causa. Quiero agradecerle al rector por haberme invitado a participar de este sueño académico y esencialmente latinoamericano que es la UNSAM”, expresó Calderón antes de iniciar su conferencia “Interculturalidad, incertidumbre y los nuevos desafíos de la América Latina global”.

Luego, el investigador boliviano realizó un recorrido histórico por la modernidad latinoamericana y destacó el carácter intercultural que floreció en los países de América Latina tras las oleadas migratorias provenientes de Europa. “Nos hemos hecho en relación con Europa desde el tiempo colonial, pero también hay conciencia de que somos distintos”, afirmó.

Sobre las transformaciones político-culturales del siglo XX, Calderón expresó: “Los actos más polémicos de la modernidad vinculados con algunos de los cambios más importantes de la época fueron el muralismo mexicano, que se inició con la revolución de 1910, y la reforma universitaria argentina, que se llevó a cabo en la Universidad Nacional de Córdoba en 1918”.

“La influencia de Siqueiros, Rivera y Orozco se extendió desde México hasta Chile, pero es en Bolivia donde, debido a los acontecimientos revolucionarios del siglo XX, los muralistas mexicanos tuvieron su mayor impacto. A su vez, el movimiento reformista en Córdoba hizo surgir una idea de integración latinoamericana y fue impulsado por jóvenes de sectores medios urbanos que buscaban democratizar la universidad, cuestionar las oligarquías y desarrollar un pensamiento latinoamericano integrador”, subrayó Calderón.

El investigador también se refirió a los “significativos avances en materia de democracia e integración social” que experimentaron la mayoría de los países latinoamericanos en la primera década del siglo XXI. Al mismo tiempo, deslizó una crítica sobre la política económica que imperó en la región. “Hubo un gran avance del extractivismo que renovó la membrecía latinoamericana en el mercado mundial, pero que no permitió una genuina transformación productiva con unidad”, puntualizó.

Por último, Calderón llamó a “conservar la memoria y la crítica histórica” y reflexionó acerca de la situación actual de la región: “Los latinoamericanos aún no hemos aprendido a navegar contra el viento, a combinar competitividad genuina con equidad y sostenibilidad ambiental. Pero tampoco hemos logrado convivir plenamente en un pluralismo político y cultural”.

Al cierre de la ceremonia, el intelectual recibió como obsequio un cuadro realizado por el director del Centro de Estudios Psicoanalíticos Hugo Freda y participó de un brindis en el Teatro Tornavía.

El acto contó con el acompañamiento musical del dúo de guitarra y bandoneón integrado por los alumnos de la Licenciatura en Música Argentina del Instituto de Artes Mauricio Kagel Joaquín Carabajal y Diego Costa.

Fernando Calderón, PIDEM