Impulsado por la Secretaría de Extensión y el programa UNSAM Sustentable, el estudio de caracterización de los residuos producidos por la población universitaria apunta a mejorar la calidad de vida de la comunidad y preservar el medioambiente.
Realizado en el marco del Plan de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (PGIRSU) —impulsado por los programas UNSAM Sustentable y ecoUNSAM—, el estudio contó con la asistencia del equipo +02 y consistió en una estimación de los residuos generados dentro del Campus en dos períodos clave: noviembre-diciembre de 2015 y marzo-abril de 2016, que ofrecieron variabilidad de población.
“Buscamos ser parte del cambio que requiere nuestro país en relación a la preservación del ambiente, no solo desde el ámbito académico, sino también desde las prácticas adoptadas dentro del Campus”, contaron los integrantes del grupo multidisciplinario que se conformó para el estudio, integrado por Viviana Alejandra Montenegro Zabaleta, Juan Ignacio Romar, Gastón Devé, España Verrastro y Martín Constantino.
Según los participantes, el estudio se realizó “debido a la creciente necesidad de recuperar el material descartado, producto de las actividades de la UNSAM, y gracias al trabajo con estudiantes voluntarios, cooperativas de recuperadores urbanos, municipios y la comunidad en general”. A través de esta iniciativa, los residuos serán aprovechados y podrán generar, a futuro, economías solidarias en ambientes equilibrados, sanos y sustentables.
Desde 2014, año de inicio de ecoUNSAM, la población estudiantil aumentó favorablemente: en 2016, la UNSAM recibió alrededor de 19.000 estudiantes. “Nuestro objetivo principal es fomentar nuevos comportamientos y una conciencia ambiental en dicha población, así como también en el personal docente y no docente, y en los visitantes”, cuentan los integrantes del grupo.
Resultados
El componente más desechado es el residuo orgánico (32,43 % de la muestra), seguido por residuos patológicos (19,17 %), que incluyen desechos provenientes de baños, laboratorios y consultorios médicos.
El tercer lugar lo ocupan el papel y el cartón (18,26 %). Cabe destacar que el papel blanco proveniente de las oficinas, los centros de copiado y las aulas es un material totalmente recuperable. El papel y el cartón contaminado con restos de yerba, comida, cáscara de fruta y grasa se clasificó como irrecuperable (9,54 %).
En quinto lugar, se clasificaron los plásticos, que incluyeron bandejas de comida, vasos y cubiertos descartables, bolsas, papel film y sorbetes. Materiales como telgopor, tetra-brik, vidrio y latas aparecieron en menores proporciones en las dos etapas del estudio. Otros materiales encontrados fueron residuos de construcción y materiales electrónicos, como toners, cables, CD y focos de neón.
Durante la segunda etapa del estudio, algunos residuos de laboratorios y consultorios se encontraron en el mismo lugar que los residuos generales, al igual que los materiales de construcción y electrónicos.
En base a los resultados, la consultoría propone “reforzar los mecanismos de educación y difusión de la separación en origen para toda la comunidad, desde visitantes hasta directivos, para lograr cambios de conducta hacia el entorno de la UNSAM. Trabajar en este sentido es necesario para el contexto actual y es un deber de la Universidad, ya que uno de sus principales objetivos es formar para la mejora de la calidad de vida de las personas y de la sociedad. Asimismo, es de suma importancia contar con estudios de estas características, ya que, gracias a la cuantificación, pueden definirse objetivos a corto, mediano y largo plazo”.
Sugerencias
Para continuar con las líneas establecidas por la UNSAM y alcanzar el éxito y las metas esperadas respecto del manejo de los residuos sólidos, se sugiere lo siguiente:
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