En un estudio de Endeavor que contó con el apoyo del BID y el J. P. Morgan, una de las 10 principales recomendaciones recogidas fue “incrementar el gasto nacional en investigación biotecnológica en centros como el IIB-INTECH”.
Por Alejandro Zamponi
Una “nueva industria exitosa a orillas del Río de la Plata” es la descripción con que Endeavor, la organización global dedicada a apoyar emprendimientos de alto impacto, presenta al sector de biotecnología argentino en uno de sus estudios, publicado en marzo de este año. El informe, que contó con el apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el J. P. Morgan, revela que, desde 1980 —y en línea con la tendencia mundial según la cual este tipo de empresas crecen en ciudades consolidadas—, en el AMBA se crearon 100 empresas de biotecnología. Dichas empresas emplean a más de 8000 trabajadores calificados y generan millones de dólares en ventas anuales.
El estudio también destaca que “muchas de las instituciones de investigación que emplean a científicos del CONICET y otras personas que trabajan en el campo de la biología se encuentran en Buenos Aires y sus alrededores, como la Fundación Instituto Leloir, el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas – Instituto Tecnológico de Chascomús (IIB-INTECH) y la Universidad de Buenos Aires, la universidad de investigación más grande del país”.
Los resultados del estudio están basados en cuestionarios y entrevistas con empresarios involucrados en la industria de biotecnología en Buenos Aires, así como en datos elaborados por Endeavor Insight, la división de investigación de Endeavor. Según su balance, el caso argentino deja una serie de lecciones para promover sectores innovadores en ciudades de todo el mundo, dado que, en condiciones adversas, proporcionalmente alcanzó mejores resultados que Estados Unidos, donde menos del 1 % de 1800 compañías biotecnológicas logró obtener ganancias.
Entre las razones de este éxito, el informe destaca el “legado impresionante en las ciencias biológicas”, reflejado en los tres premio nobeles que se desempeñaron en el campo: César Milstein (premio nobel de fisiología o medicina, 1984), Bernardo Alberto Houssay (premio nobel de fisiología o medicina, 1947) y Luis Federico Leloir (premio nobel de química, 1970), así como en los 6000 investigadores y académicos especializados en ciencias biológicas que desarrollan sus actividades en el país.
Otro factor clave del alto perfil argentino fue la existencia de “una larga tradición de sólidas compañías farmacéuticas […]. cuatro de los cinco protagonistas más grandes en el mercado farmacéutico nacional son empresas locales, un logro poco común entre los países fuera de los EE. UU. y Europa. Son compañías familiares que tienen, aproximadamente, más de cincuenta años”.
Según Endeavor, el valor de estas empresas radica en su capacidad para generar empleo de calidad. “Las compañías de rápido crecimiento como Grupo Chemo y BioSidus son importantes generadores de empleo en todo el mundo. Investigaciones provenientes de muchos países han demostrado que mientras solo alrededor del 5 al 10 por ciento de las compañías alcanzan altas tasas de crecimiento, estas empresas suelen ser responsables de la creación de la mayoría de los nuevos puestos de trabajo en sus naciones. […] Según datos de la industria y las entrevistas con los fundadores locales, los salarios en este sector, son más altos que el salario medio nacional”.
Durante la realización de la investigación, Endeavor Insight les solicitó a líderes de la industria local y global ideas para mejorar el sector argentino. Entre las 10 propuestas destacadas, se encuentra la de “Incrementar el gasto nacional en investigación biotecnológica en centros como el IIB-INTECH. Dado el entorno competitivo dentro de la industria de la biotecnología internacional, si Argentina aumenta significativamente la cantidad de fondos para actividades de I+D dentro del país, el gobierno nacional debería contribuir con más financiamiento para los centros de investigación del sector”.
La razón que fundamenta esta sugerencia es que “la disponibilidad de talentos se citó más que cualquier otro factor como una razón para el éxito histórico de la industria […]. Los fundadores han señalado que están en condiciones de contratar a los investigadores de alta calidad que salen de las universidades locales y de los centros nacionales de investigación. Sin embargo, una serie de emprendedores señaló que si bien existen profesionales calificados, la oferta es insuficiente”.
Para ver el informe completo, clic aquí.
Un orgullo poder estudiar en la Unsam, ansio llegue el momento de poder concluir mi carrera para hacer un postgrado en Biotecnologia que tanto me interesa!
Un orgullo tremendo ,y lo digo con toda humildad, ser parte de esta comunidad!