Por Solange Segal | Fotos: Pablo Carrera Oser

Envuelto en cálidos aplausos y miradas de admiración de profesores, colegas y alumnos, Oscar Araiz —coreógrafo y director del Área de Danza del Instituto de Artes Mauricio Kagel— ingresó en un Teatro Tornavía colmado de gente emocionada por verlo en la ceremonia de entrega del título de doctor Honoris Causa de la UNSAM.

Al inicio del acto, el rector Carlos Ruta definió la entrega como una ocasión de celebración, alegría y reconocimiento a una vida. “El título de doctor Honoris Causa testimonia la más madura aptitud para enseñar. La entrega de un Honoris es un gesto que hacemos ante nuestros estudiantes y que subraya un camino por seguir. En este caso, se trata de la propia vocación de Oscar”, sostuvo Ruta, orgulloso.

Inspirado por la trayectoria del coreógrafo, Ruta además expresó: “En Oscar festejamos y honramos el doctorado: él despierta en nosotros la grandeza del reconocimiento. Por eso, hoy festejamos la maestría hecha obra”.

Luego, la docente Beatriz Lábatte fue la encarga de ofrecer la tradicional laudatio. Bailarina y coreógrafa destacada, Lábatte definió a Araiz como un “agente fundamental en la creación de la danza contemporánea”.

Emocionada, Lábatte miró al público y celebró: “Hoy, entre nosotros, la danza se ha doctorado”.

Por último, y luego de recibir el reconocimiento de manos del rector, Araiz dijo estar profundamente conmovido por el reconocimiento otorgado por la Universidad. “Quiero agradecer a todos los que forman parte de la Comunidad UNSAM. Es impresionante esto de ser doctor en la danza”, afirmó el coreógrafo, feliz.

Al cierre de la ceremonia, la bailarina e integrante del Grupo de Danza UNSAM Antonella Zanutto le obsequió a Araiz una obra realizada por el artista Ricardo Abella.