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El grupo de investigación del IIB-INTECH liderado por los doctores Miguel Galvagno y Edgardo Albertó, e integrado por los investigadores Diego Noseda y Gastón Ortiz desarrolla enzimas y proteínas recombinantes que podrán ser aprovechadas por la industria alimenticia nacional. La iniciativa fue beneficiada con un subsidio de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (PICT 2015).
Por Gaspar Grieco | Fotos: Pablo Carrera Oser
Para poder producir, las industrias aceitera, juguera, vitivinícola y de golosinas requieren enzimas especializadas. Pero estas enzimas —proteínas encargadas de catalizar reacciones químicas— hoy son desarrolladas por un puñado de laboratorios europeos que exportan su producción en grandes cantidades a precios que, muchas veces, escapan a las posibilidades de las pequeñas y medianas empresas argentinas.
En respuesta a esta necesidad, científicos del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-INTECH) llevan adelante tres líneas de investigación orientadas al desarrollo de enzimas recombinantes para la industria alimenticia y farmacéutica; de enzimas fúngicas —celulasas y pectinasas— utilizadas para la producción de jugos y aceites; y de enzimas necesarias para la obtención del edulcorante xilitol, empleado en la fabricación de golosinas.
“El objetivo final de todos los proyectos es lograr la transferencia de los desarrollos a la industria nacional para conseguir la sustitución de importaciones y, de esa manera, abaratar los costos de los procesos tecnológicos”, destaca Diego Noseda, investigador responsable del proyecto de producción de xilitol.
Para el desarrollo de estos tres tipos de enzimas, los investigadores aplican técnicas de fermentación de levaduras y hongos filamentosos en biorreactores de tanque agitado empleando subproductos agroindustriales como sustrato (un proceso que permite obtener elevadas cantidades de biomasa de microorganismos a los que se les extraen las enzimas específicas).
Al respecto, el investigador Gastón Ortiz, responsable de la fabricación de un biorreactor para la fermentación de los hongos, explica la potencialidad de la técnica que utilizan: “Nosotros usamos el proceso de fermentación de estado sólido, que es 10 veces más económico que el proceso de fermentación en líquido, y revalorizamos los desechos agroindustriales. Las enzimas que se extraen con esta técnica no requieren condiciones de control tan rigurosas, lo que permite que sea rentable y que cualquier empresa pueda montar una planta de producción de enzimas propia”.
De este modo, los científicos del IIB-INTECH, en vínculo permanente con los centros de agroalimentos y de biotecnología del INTI, desarrollan enzimas industriales con vistas al montaje de una planta piloto en la sede de Chascomús, que permitirá evaluar la producción de estas enzimas a gran escala.
“Nuestro desafío es concretar la transferencia del proceso de producción de las enzimas para su industrialización, algo que permitiría vender a pymes nacionales a precios accesibles. Las ganancias de esa transferencia se distribuirían entre el CONICET, la UNSAM y nuestro grupo de investigación”, detalla Noseda.
Además de la actividad de investigación, los científicos mantienen constantes reuniones con empresarios de la industria alimenticia interesados en los desarrollos que llevan adelante en el IIB-INTECH. Al respecto, Ortiz señala: “Apuntamos a tratar de solucionar problemáticas de la comunidad industrial para, a futuro, lograr transferir un desarrollo y, así, reemplazar insumos importados. Además, respondemos a las demandas que tienen y nos adaptamos a lo que necesitan”.
Proyecto de Investigación Científica y Tecnológica (PICT 2015)
Si bien el grupo de investigación aún no logró establecer vínculos concretos con empresas, los desarrollos ya empezaron a cosechar éxitos en el ámbito científico: el proyecto de producción de xilitol fue beneficiado recientemente con un subsidio PICT, de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, gracias al cual serán financiados con 110.000 pesos anuales durante 3 años para desarrollar la producción del edulcorante.
Noseda, investigador responsable del proyecto, contó: “Ganar el PICT es importante para nuestro grupo de trabajo, ya que nos va a permitir optimizar y llevar adelante el proyecto, comprar insumos, reactivos y equipamiento chico para concretar el avance del desarrollo”.
El xilitol es un edulcorante natural muy costoso que las empresas argentinas importan desde Europa para producir golosinas. Además de abaratar costos para la industria nacional, el proceso que aplica el grupo del IIB-INTECH es sustentable, ya que utiliza subproductos agroindustriales como bagazo de caña de azúcar para su desarrollo.
Buenas tardes.
Estoy interesada en comprar enzimas para el proceso de residuos lignocelulósicos para la obtención de xilitol como experimentación en laboratorio. Las enzimas podrían ser: celulasas glucosidasas y xilasas o xilanasas. Si ustedes ya las han producido cuál es el precio? Gracias por la información y ayuda.
Cordialmente,
I.Q. Martha Lucía Malagón M.
Universidad de América
Bogotá – Colombia