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El proyecto dirigido por Marina Simian y codirigido por el decano del Instituto de Nanosistemas (INS), Galo Soler Illia, combinará nanotecnología y drogas tradicionales para mejorar los tratamientos de cáncer de mama. Previsto para 2016 y 2017, el financiamiento permitirá realizar ensayos preclínicos en ratones.
El grupo de investigación en nanomedicina del INS obtuvo $ 500.000 de financiamiento por parte del Instituto Nacional del Cáncer (INC) para llevar adelante el nuevo proyecto “Nanopartículas multifuncionales como herramienta para eliminar a la población de células ‘stem’ en cáncer de mama ER+: implicancias para la resistencia a la terapia hormonal”.
Con la participación de biólogas especializadas en cáncer y de químicos especializados en nanomedicina, el objetivo del proyecto es disminuir la recurrencia del cáncer de mama en tratamientos con tamoxifeno en una etapa preclínica. “Presenté a los investigadores por Skype, y se entendieron enseguida. A los 15 minutos de conversación, ya estaban hablando de cuestiones técnicas muy específicas. Entonces pensé ‘esto va a funcionar’”, cuenta Galo Soler Illia, codirector del proyecto.
Los investigadores involucrados son Marina Simian, doctora en Ciencias Biológicas con más de 10 años de experiencia como investigadora del CONICET en el Instituto de Oncología Ángel H. Roffo, y Lorena Simón Gracia y Pablo Scodeller —ella, española; y él, argentino—, doctores especializados en drug delivery o liberación controlada de fármacos, y en desarrollo de biomoléculas específicas dirigidas a tumores, respectivamente. Hoy, ambos trabajan en laboratorios de nanomedicina de la Universidad de Tartu, Estonia.
En el marco del proyecto, María Inés Díaz Bessone, becaria posdoctoral del INS, viajó recientemente a la Universidad de Tartu para aprender a sintetizar nanopartículas dirigidas con la técnica de Simón Gracia. “Estamos esperando que termine de construirse el nuevo edificio del INS en el Campus para instalarnos allí”, aclaran Scodeller y Simón Gracia. “Mientras tanto, avanzamos con María Inés, a quien no fue muy difícil convencer, aun después de contarle que Estonia está al sur de Finlandia y al lado de Rusia y que el plato típico es la sopa de anguila”, bromean los investigadores.
En cuanto a los aspectos técnicos del proyecto, Simian explica: “La utilización de nanopartículas transportadoras de tamoxifeno ya ha demostrado ser, en ensayos preclínicos, una terapia más efectiva y con menos efectos secundarios que el tamoxifeno por sí solo. Sin embargo, su eficacia no ha sido testeada en el contexto de nanopartículas multifuncionales. Consideramos que utilizar una biomolécula nueva, sobre la que no puedo decir mucho más, nos permitirá aumentar la especificidad y penetración en el tumor primario, además de eliminar las células asociadas con la recurrencia. En este sentido, el objetivo es hacer un aporte real a nivel preclínico en el desarrollo de nuevas estrategias para tratar el cáncer de mama y abrir nuevos caminos que conduzcan a la cura definitiva de este problema clínico, que es de relevancia para un alto porcentaje de mujeres”.
En la línea de nanomedicina del INS, este proyecto se suma a otros dos: un PICT V, realizado en colaboración con el especialista Gabriel Rabinovich, y el PICT 2015 “Diseño de nanosistemas multifuncionales con aplicaciones en biomedicina mediante la combinación de herramientas de materia blanda”.
Acerca del financiamiento obtenido, Soler Illia asegura: “La misión del Instituto es hacer investigación de alta calidad e impacto en las fronteras de la ciencia. Para eso, lo más valioso son los recursos humanos. Los investigadores que sumamos tienen una excelente formación, pasión y compromiso”.