Especialmente invitado por la UNSAM, el 3 de mayo el cineasta británico recibió el título de doctor Honoris Causa en el Campus Miguelete. Además, el miércoles 4 y el jueves 5 ofrecerá dos conferencias públicas y gratuitas.
Por Magalí Fernández | Fotos: Pablo Carrera Oser
A teatro lleno, el martes 3 de mayo el cineasta británico Peter Greenaway —realizador de más de 12 largometrajes y medio centenar de cortometrajes y documentales que hoy lo ubican como uno de los artistas más originales del séptimo arte— recibió el título de doctor Honoris Causa de la UNSAM.
Alumnos, docentes y cinéfilos asistieron al evento, cuya apertura estuvo a cargo del rector Carlos Ruta. “Hoy, Peter Greenaway recibe de esta pequeña universidad el mayor reconocimiento por su obra, que tanto nos ha enriquecido. La entrega de un doctorado también es un gesto hacia nuestros estudiantes y profesores, un gesto modesto y sencillo que quiere ser contundente, veraz y legítimo”, sostuvo Ruta. Por último, y antes de ceder la palabra al artista plástico Leopoldo Maler, el Rector agregó: “La obra de Greenaway refleja la ironía de reírnos de nosotros mismos”.
Luego, Maler brindó la tradicional laudatio: “Esta distinción es sin duda a su creatividad, y nos enorgullece a todos los artistas porque se reconoce una disciplina que siempre quedó en segundo plano. Greenaway propone un nuevo cine en el que la narrativa desaparece, un cine que se hace en el presente y con multiplicidad de pantallas. Pudo regenerar las ideas e intervenir las cosas de otra manera, de una forma más gráfica”.
Tras recibir el título de doctor Honoris Causa de manos del rector, Greenaway agradeció el reconocimiento y expresó: “Los nuevos dispositivos nos han dado nuevas nociones de vocabulario visual. Sin embargo, el cine está muriendo. Desde 1963, venimos presenciando una decadencia en la industria cinematográfica. El cine hoy día no es más que texto ilustrado; antes era un estímulo para nosotros, pero ya no lo es. Hubo una baja en la calidad de sus producciones, y han cerrado muchas salas. Además, la generación de las laptops ha dejado de ir al cine: hoy estamos en la era de la pantalla, pero no en la del cine”.
En el transcurso de su exposición, el cineasta británico caracterizó al público que habitualmente concurre a las salas de cine y concluyó que, sin duda, ese público se ha modificado y reducido. “No solo han mutado quienes asisten a una sala, sino que el cine también suele condenarse a sí mismo”, sostuvo. Para ampliar esta tesis, Greenaway postuló la existencia de cuatro tiranías: la primera, vinculada a un cine de imágenes gobernado por un texto “que hay que destruir, extirpar; hay que cortar ese cordón umbilical que conecta al cine con las librerías” y a cuyas imágenes de textos ilustrados él condena por hacer del cine una experiencia que se aleja de lo audiovisual, del color y de la música; la segunda, asociada a los cuadros y marcos como “idea de algo fijo, lo cual es imposible porque no existe: el cine se ve a oscuras, sin estar relacionado a algo diurno, y siempre en una misma dirección, por lo que perdemos el entorno que está detrás”; la tercera, que recae en la idea del cine como entretenimiento, “cuando el cine no es un lugar para divertirse. Antes había una noción distinta de una actriz o un actor, ahora no se los usa bien, no se les permite sentir que se los está mirando, y eso es terrible”; y una cuarta tiranía, conformada por las cámaras, a las que “hay que sacarse de encima porque son un instrumento estúpido que sólo reproduce lo que le ponen por delante”.
Como parte de su visita a la UNSAM, el cineasta impartirá dos conferencias gratuitas —que contarán con interpretación simultánea—, el miércoles 4 de mayo a las 18 en el Aula Tanque del Campus Miguelete y el jueves 5 de mayo a las 19:30 en el Centro de las Artes UNSAM (Sánchez de Bustamante 75, CABA).
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