Nacido en San Rafael en 1967, es el cuarto hijo de una familia de clase media que se esforzó por brindarles una educación integral. Apenas terminó el secundario en su Mendoza natal, se mudó a la provincia vecina del norte: en la Universidad Nacional de San Juan se licenció en Ciencias Políticas. Tenía 25 años y el primer Diploma de Honor de la academia. Era 1992 y daba sus primeros pasos como docente de nivel superior y funcionario público en San Rafael, trabajos que hoy mantiene.

Pasaron alrededor de seis años y obtuvo el título de Especialista en Historia de las Ideas Políticas Argentinas en la Universidad Nacional de Cuyo. Un año más de estudio y fue magíster en el mismo campo de las ciencias. Así llegaba el comienzo del nuevo siglo y Andrés Masi ganaba una beca para participar del Programa Franco Argentino “Jóvenes Dirigentes Argentinos 2000”, organizado por el Ministerio de Asuntos Extranjeros del Gobierno de Francia y la Ecole Superieur de Commerce – Ecole d´ Administration Publique de París.

Incansable, en 2005 recibió en Cuyo y con máximos honores el título de Profesor Universitario en Ciencias Políticas. Sin perder un minuto, pasaje a Buenos Aires. Al año siguiente, la Universidad Nacional de San Martín le daba la bienvenida y en 2011 concluía el doctorado en Ciencia Política defendiendo su tesis “El liderazgo presidencial de Raúl Alfonsín: ascenso, auge y caída (1966-1989)”, bajo la dirección de María Matilde Ollier. No imaginaba que tres años después su valioso trabajo se convertiría en su primer libro.

Con el título Los tiempos de Alfonsín. La construcción de un liderazgo democrático, la editorial Capital Intelectual lo lanzó al mercado a fines de junio. Aborda la figura del ex presidente en el contexto de la transición democrática argentina, con eje en la cuestión del liderazgo y tomando los recursos presidenciales,  la incidencia del factor externo sobre su liderazgo y los recursos de la oposición político-corporativa. Masi, en tanto, visita Tokio para dar una charla sobre Liderazgo Presidencial en el Congreso Mundial de Sociología.

¿Qué experiencias valorás del tránsito por la universidad durante la cursada del doctorado?

– Mi tránsito por Buenos Aires en la Escuela de Política y Gobierno fue apasionante desde una perspectiva profesional y personal. En primera instancia, porque esta universidad constituye una institución que estimula e incentiva a la investigación y porque dispone de un fuerte perfil innovador en estudios de posgrado, especialmente en  Ciencia Política. Estaré siempre agradecido por abrirnos las puertas a muchos hombres de provincia y permitirnos acceder a este nivel de formación doctoral. Además, tuve la maravillosa experiencia de disponer de un cuerpo docente extraordinario, cuyas enseñanzas, aportes y contribuciones lograron hacer trascender las fronteras de mis razonamientos. Desde una perspectiva personal, el doctorado me permitió hacer un grupo excepcional de amigos con quienes compartí jornadas muy enriquecedoras procurando desentramar, con apasionados debates, lo que la realidad política nacional intentaba comunicarnos.

– ¿De dónde surgió tu inquietud por investigar el tema elegido?

– La inquietud por investigar el liderazgo de Alfonsín está asociada a mi decisión de estudiar Ciencia Política. En los 80 y debido a mi fuerte formación técnica de nivel medio, estaba dispuesto a estudiar ingeniería, hasta que se produjo la transición hacia la democracia en nuestro país, instancia en la cual Alfonsín constituyó un referente democrático central. En ese sentido, la apertura democrática devino un hecho central en mi vida personal y profesional, debido a que me permitió descubrir el valor de la política como disciplina científica.

– ¿Cómo desarrollaste la investigación?

– Lo más apasionante fueron las entrevistas realizadas a altos funcionarios políticos de la época, quienes me abrieron las puertas de sus casas para dialogar sin tiempos ni limitaciones sobre la presidencia de Alfonsín. La interacción con las grandes figuras de la transición democrática constituyó una de mis más significativas experiencias en el proceso investigativo. No obstante, siempre sostengo que mi tesis dispone de una limitación metodológica imposible de resolver: pude analizar el liderazgo de Alfonsín desde la perspectiva de quienes lo acompañaron en su mandato pero no pude disponer de su testimonio en torno a la construcción y consolidación de su liderazgo: su desaparición física ocurrió en plena investigación.

– ¿Cómo diste el paso de publicarla?

– Fue posible gracias a María Matilde Ollier: ella insistía en que esta investigación debía ser publicada y recomendó mi tesis a Capital Intelectual. La editorial expresó su interés y desde diciembre trabajamos en forma conjunta para definir y ultimar los detalles.