El especialista Eduardo Raimondi, que se incorporó este año como profesor a la Universidad, es uno de los científicos más reconocidos del país en esta joven ciencia que permite identificar personas, parentescos, tendencias a contraer enfermedades y compatibilidad entre órganos. El sábado 5 de julio expondrá en el Taller de Perfeccionamiento en Genética Forense que se dicta en conjunto con la Sociedad Argentina de Genética Forense en el Campus Miguelete.
Texto y fotos: Alejandro Zamponi.
“Hay un ambiente ávido de nuevos conocimientos y eso me entusiasma; en pocas universidades se da esto”, dice el doctor Eduardo Raimondi, pionero de la genética forense en el país, que acaba de sumarse a la UNSAM en el marco de la inserción y proyección de esta temática, tras más de diez años al frente de la Fundación y la Universidad Favaloro.
A los 58 años, Raimondi lleva más de la mitad de su vida dedicado a la genética: es considerado uno de los mayores especialistas en el país. Comenzó su carrera estudiando la compatibilidad para trasplantes a partir de los antígenos HLA, introducidos en el país por Emilio Haas. Ambos desarrollaron sus investigaciones en el Primer Centro Argentino de Inmunogenética (PRICAI), creado y dirigido por ellos, en estrecha colaboración con René Favaloro, quien por entonces hacía sus primeros trasplantes de corazón en el Sanatorio Güemes.
Con más de 15 mil códigos genéticos analizados, un importante rol en la institucionalización de la genética forense y peritajes de repercusión internacional –entre otros, en el juicio por las turistas francesas asesinadas en Salta-, Raimondi se sumó a la UNSAM para iniciar y promover una nueva línea de trabajo e investigación en la institución.
“La genética forense nació dentro de la medicina, pero a partir de la década del 90 se incorporaron los bioquímicos, los biólogos y los veterinarios. Yo soy uno de los pocos médicos, sino el único, que queda en la especialidad”, dice. En todo este tiempo, se revolucionaron las técnicas y se masificó la demanda. “Hoy no hay un juicio penal por un crimen en el que no se hagan análisis de ADN”.
Raimondi dice que la identidad, la libertad y la salud son tres dimensiones de la vida social que están involucradas en los análisis de ADN: “La identidad porque con los análisis de sangre se puede demostrar parentesco, o identificar a una persona, como bien sabemos por la terrible historia de nuestro país. Salud, porque nuestro código genético tiene marcadores que nos permiten cada vez con más precisión saber la predisposición que tenemos, o no, de enfermarnos de algo. Y libertad, porque un análisis de ADN de una muestra obtenida en una escena del crimen puede dar o privar de la libertad a un sospechoso”, explica.
Según el especialista, la tarea de los genetistas es leer un código. “Todos los seres vivos estamos compuestos por la combinación de cuatro bases nitrogenadas. Según cómo se combinen estas bases pueden producir un ser vivo que sea un virus, un piojo, una rata, un mono, o un ser humano. Nosotros nos especializamos en buscar las diferencias que hay entre las personas. Un ser humano está formado por 3 mil millones de estas letritas, por duplicado. Son 3 mil millones pares de bases y nos diferenciamos solamente en 3 millones”.
En la actualidad, la gran ventaja de estos estudios es que permiten identificar predisposiciones genéticas para muchas enfermedades y realizar tratamientos preventivos.
Sobre la SAGF y la formación en la UNSAM
Raimondi fue fundador y primer presidente de la Sociedad Argentina de Genética Forense (SAGF) en 2000. Desde allí, bregó por institucionalizar una ciencia que recién en 2013 tuvo cursos de capacitación en el país y un título que avalara la especialidad en genética forense.
Pero la investigación y transmisión del saber comenzó antes, en los laboratorios, a través de la práctica. Como no había especialistas, la SAGF nombró a las cinco personas con mayores antecedentes, entre las cuales estuvo Raimondi, para que evaluaran a los profesionales que realizaran el curso. Ya fueron otorgados los primeros 30 títulos.
El taller de Perfeccionamiento en Genética Forense será del 3 al 5 de julio, de 8 a 18. en el Campus Miguelete.
Entre los 80 inscriptos, hay profesionales que se desempeñan en la rama pericial de la genética forense y disciplinas asociadas, así como estudiantes avanzados de carreras relacionadas, becarios y auxiliares docentes de la UNSAM.
Los ejes del taller son: ADN Mitocondrial; Extracción de ADN de restos cadavéricos; Sistemas de Cuantificación de ADN; Pruebas Presuntivas; y Exposición de casos de criminalística y de filiación.
El doctor Raimondi expondrá el sábado 5 de Julio, de 8 a 12, sobre “Experiencias de los Peritos de Oficio y de Parte en un Caso de Doble Homicidio de Impacto Internacional (2011)”.
El curso otorga puntos para el título de Especialista en Genética Forense.