Fueron seis días de fiesta en que los decanos de las Escuelas y de los Institutos y los directores de los diferentes posgrados de la Universidad despidieron a muchos de sus estudiantes y dieron la bienvenida a los nuevos profesionales.

“Hoy celebramos una tarea cumplida porque finalmente una vida cumple una etapa más de su plenitud, de su perfección, de su realización, de sus sueños. El sueño que tuvo cada uno de ustedes cuando decidió emprender la carrera que hoy ese título acredita que están capacitados, que la potencia, que el talento que ustedes tenían ha sido desplegado, desarrollado y hoy los convierte en los profesionales que son. La Universidad ve cumplidos sus anhelos, sus responsabilidad, su labor, su tarea”, dijo el rector Carlos Ruta al saludar a los flamantes profesionales y a sus familiares y amigos, que celebraron junto a ellos en el Campus Miguelete la satisfacción de haber terminado un arduo pero fructífero camino.

Más de 900 estudiantes recibieron sus títulos de pregrado, grado y posgrado de las escuelas de Ciencia y Tecnología, Política y Gobierno, Economía y Negocios, y Humanidades, y de los institutos de Altos Estudios Sociales, de Investigaciones Biotecnológicas, de Investigación e Ingeniería Ambiental, de Ciencias de la Rehabilitación y el Movimiento, Tecnológico Ferroviario, de la Calidad Industrial, Dan Beninson y de Ciencias Jurídicas.

Los actos de colación coincidieron con los primeros 30 años del regreso de la democracia, fecha que el Rector conmemoró en su discurso: “Quienes estudiamos en el período de la dictadura militar, sabemos apreciar, valorar, cotejar lo que significa para todos ustedes, para nuestros profesores, poder enseñar y aprender con un estado de derecho. Esta universidad quiere hablar con los hechos, quiere pensar con las manos, celebrar la democracia para nosotros es poder dar al país lo mejor que podemos hacer, lo mejor que tenemos: ustedes. Las vidas de ustedes, dedicadas al conocimiento, al perfeccionamiento, al servicio de nuestra sociedad a través de una vida intelectual y profesional. Celebramos estos 30 años en la vida de ustedes, en esos títulos que representan lo que ustedes han cambiado, en lo que se han transformado, lo que han hecho. Festejamos los 30 años de democracia en la vocación de servicio de cada uno de ustedes. Pero también estos días son días de sombra para la Argentina, días de sombra que requieren de toda la sociedad un examen de conciencia franco y valiente sobre lo que está pasando, para que reconozcamos las fracturas que hay en nuestra sociedad, para que nos comprometamos desde el lugar modesto que tenemos a reconstruir el tejido social de la Argentina. Debemos volver a concretar el sueño de una sociedad en paz, pacificada, de una sociedad puesta al servicio de otros, solidaria. Eso hemos querido hacer nosotros en la vida de cada uno de ustedes, porque quien realmente tiene vocación a la enseñanza tiene vocación a la paz, a la solidaridad de acercarse a la vida de otro y tratar de mejorarla”.