Mastil Firulete

Notas de tapa, Rectorado

20 años, 20 esculturas: la escultura de Pablo Reinoso ya está en el Campus

El artista argentino radicado en Francia instaló el nuevo mástil de la Universidad, que forma parte del Parque Escultórico de artistas nacionales destacados que busca recuperar la idea de arte público.

Por Dolores Caviglia. Fotos: Pablo Carrera Oser/Alejandro Zamponi.

 

Pablo Reinoso es escultor, diseñador y desde hace más de veinte años vive en París. Es discípulo del artista Jorge Michel, expuso en Buenos Aires, Tokio, Bruselas, Luxemburgo, Bogotá y ahora forma parte del proyecto “20 años- 20 Esculturas” de la UNSAM, que tiene como propósito iniciar una experiencia de la Universidad en el campo de las artes plásticas  y recuperar el Campus Miguelete como espacio para recuperar la idea de arte público. Frente al Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IBB) ya está instalada la obra de Jorge Gamarra, “Cinta”; y al costado del Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental (3iA), la de León Ferrari, “Percanta II”. En proceso, antes del Auditorio Carpa, está la de Enio Iommi “Continuidad interrumpida”.

Cuando las autoridades de la Universidad lo contactaron para que formase parte de la iniciativa, Pablo vino a conocer el Campus. “Me quedé impresionado con la infraestructura, porque entiendo que todo lo que sea trabajar en un proyecto cultural es aumentar la reflexión.” Entonces, recorrió el espacio, vio el mástil frente al edificio del Rectorado y, como ya hacía tiempo que andaba con ganas de hacer uno y tenía algunos dibujos listos, pensó que su aporte debía ser reemplazar ese mástil. Varios meses después, volvió para instalar “Mástil Firulete”.

¿Qué significa que una obra tuya esté en una universidad argentina?

Es una idea que me encanta, por eso acepté con gusto cuando me invitaron. Disfruté mucho todo el proceso de la elaboración hasta esta instancia. La sensación que tuve desde el principio fue alegría, estoy contento de formar parte de un lugar donde se ejerce la educación. Que yo pueda venir con una obra como esta es una especie de justo retorno a la universidad.

¿Cómo fue tu experiencia universitaria?

Yo empecé Arquitectura pero no la terminé, me fui del país antes. Fue un período divino por un lado, pero por el otro no; yo estudié en 1976, durante la tremenda dictadura. Todavía hoy, cuando a veces voy a la Facultad de Arquitectura, me agarran como dolores de panza, me pone un poco triste en el fondo. Por eso, esta vuelta a la universidad, ya como adulto, es para mí de algún modo un cicatrizante.

¿Fue un trabajo difícil el armado de esta obra?

El problema son las curvas. Todas mis estructuras son redondeadas, circulares; pero las curvas desde un punto de vista estructural son malas. Entonces el dibujo era muy fácil pero la realización, muy complicada. Ahí empezó un largo período de investigación plástica, para entender cómo hacer el objeto, que pueda tener la altura que me parecía que funcionaba con los edificios. Hay algo muy circular en esta universidad: el Edificio Corona del Tornavía, los tanques. Entonces, empecé a experimentar. La tarea fue mucho más complicada de lo que había imaginado. Pero todo empezó a encajar cuando, de vacaciones en Praga, me encontré con dos mástiles en la entrada del Palacio Real. Estaban hechos en madera y medían por lo menos veinte metros de altura; estaban hechos a partir de un cono central. Cuando miré con atención, me dije que eran las proporciones que yo necesitaba y si eso se sostenía en madera, en hierro también iba a aguantar. A partir de ahí me puse a enlazar todo. En vez  de ser un mástil que nace de las entrañas y que se va enredando hasta culminar, es una columna mástil que se colonizó hasta llegar a la bandera.

¿Es complicado trabajar con estructuras de este tamaño?

Cuando hacés obras que se van del tamaño del taller, en realidad las armás en la cabeza, no las ves nunca enteras. Yo vi los primeros ocho metros y después todo lo que sigue subiendo lo tuve que esculpir de manera horizontal, no lo pude armar para verlo en conjunto. Esto es parte del desafío de mi oficio; estás esculpiendo en la cabeza.

Hace tiempo que vivís en Francia, ¿qué es lo que más extrañas de Argentina?

Son siempre dos cosas: a mis amigos y el cielo, porque en París no hay buena luz, el cielo está siempre cubierto, hace frío durante siete meses y la primavera dura nada. Extraño mucho la clemencia del tiempo.

Nota actualizada el 2 de septiembre de 2013

8 comentarios

  1. Marcelo dice:

    Espero que las otras 17 esculturas no sean como esas 3, porque sino vamos para atrás. Yo recomiendo que se gasten el dinero en instalar mas arbustos y mas árboles en los espacios verdes que dispone la UNSAM, sería una lastima que se desperdicie semejante vista de verde para abarrotar de esculturas tan poco coloridas y sin vida. De esta manera los alumnos, y profesores tendrían un espacio recreativo mas grande, mas fresco, y con pasto en el suelo por lo menos, a diferencia de la mesa de trenes que es un pedazo de circulo verde rodeada por concreto.

    • comunicacion dice:

      Gracias por tus sugerencias. Sobre gustos no hay nada escrito.
      Saludos!

      • Ramiro dice:

        Gustos de quién? Sólo del Rector? Cómo y quienes decidieron gastar en hacer estas 20 esculturas? ¿Qué proceso se usó para elegir los diseños?
        Cuál fue el presupuesto asignado?

        • comunicacion dice:

          Intervino el departamento de arquitectura y las decisiones fueron tomadas por las autoridades de la universidad a quienes deberías dirigir tus consultas.
          Saludos!

    • Gerardo Castro dice:

      Comparto lo de la necesidad de arbolar más, de equilibrar lo destinado a verde con las superficies construidas. UNSAM tiene unos cuantos árboles pero no aprovechables por la gente como sombra o esparcimiento. Cumplen una función importante como barrera para el ruido junto a las vías. Falta arbolar para “vivirlos”. Quizás cuando se libere el lado que da hacia 25 de Mayo pueda reservarse un cordón verde entre la vereda y los edificios. O a lo largo del trayecto del trencito, cuando funcione, como mini áreas de picnic. Así se ve en otros predios universitarios en el exterior. Las esculturas pueden incorporarse a ese paisaje.

  2. Agustín dice:

    Sin palabras….Mientras gastan fortunas en estas cosas cada vez tenemos mas baños clausurados en el campus….

  3. Gerardo Castro dice:

    Una obra realmente original en lo desafiante de sus formas.

No están permitidos los comentarios.