Por Camila Flynn – Fotos: Verónica D´Alia / Equipo de Comunicación UNSAM

En la inauguración de la primera jornada, Carlos Ruta agradeció la presencia del embajador de Alemania así como la colaboración del equipo a cargo de la organización del evento: “Este simposio no sólo es una alegría sino también un orgullo, dado que tenemos con Alemania una relación de cooperación científica, tecnológica y humanística muy especial”. Tras la mención de las actividades promovidas por el nuevo programa de estudio, Ruta además destacó: “La situación con Europa es particular, dado que el vínculo con el partido de San Martín es histórico. Villa Ballester, localidad que integra el municipio de San Martín, es una de las comunidades alemanas más importantes del país. Trabajar para el fortalecimiento de este vínculo estimula también la mirada de una posible construcción de estrategias a futuro”.

Por último, en referencia a la necesidad de formar investigadores e intelectuales abocados a pensar las distintas regiones del mundo con las cuales será prudente asociarse, el rector de la UNSAM sostuvo: “Nuestra universidad es una universidad joven y pequeña, ubicada en los márgenes de la ciudad de Buenos Aires. Pero tenemos algunos programas vinculados a estudios de diversas regiones del mundo. La pregunta que con frecuencia me hago es la siguiente: ¿cuál es el sentido de lo que hacemos? ¿Cuál es nuestro objetivo desde un punto de vista orgánico y vital? Alejo Carpentier dijo alguna vez: En nuestra América se es polivalente por angustia. Muchos reprochan a nuestros intelectuales su aparente afán de ubicuidad. Pero eso se debe, más que a una fe de medida en las propias posibilidades, a una angustia ante el hecho de que hay muchas tareas por hacer. Y esto es algo que a menudo sentimos en una universidad tan joven, ubicada en un territorio fracturado, aún con muchas situaciones de injusticia y despojo, pero también con grandes potencialidades. Esta angustia que nos empuja a hacernos cargo de lo que sucede aquí, pero entendiendo lo que está afuera de nosotros”.

Con estas palabras quedó inaugurado el simposio, que a lo largo de dos jornadas evaluará los desafíos y estrategias comunes de América Latina y Europa en contexto de globalización. Más de una veintena de especialistas europeos y argentinos analizarán las relaciones entre ambos continentes (con el foco puesto en Alemania y Argentina), con la crisis norteamericana como telón de fondo.

A su turno, y en relación a la nueva geometría del poder tras la Guerra Fría, Jorge Taiana enumeró algunos de los sucesos clave que a lo largo de las últimas décadas configuraron el actual escenario mundial: “No se puede explicar la caída del muro sin antes explicar la caída del petróleo o el surgimiento de fenómenos como Margaret Thatcher o Ronald Reagan, que modificaron algunos de los paradigmas más importantes de la economía política. Todo ese mundo de posguerra fue el mundo previo al nacimiento de muchas naciones, el mundo de la Guerra Fría y del Estado de Bienestar. La revolución tecnológica posterior modificó también las formas y las relaciones de producción y, por lo tanto, las relaciones económicas y políticas derivadas de ello. Esta revolución trajo, además, serias consecuencias respecto de las formas en que se construye, se acumula y se ejercita el poder”.

En un análisis pormenorizado del impacto local de estos cambios, Taiana recalcó dos factores importantes: “En los ‘80 y los ‘90 nuestra región atravesó dos procesos decisivos: la transición a los gobiernos democráticos y la modernización económica, que aquí fue denominada ‘neoliberalismo’. Estos dos procesos también estuvieron presentes en Europa, y sobre todo en Europa del Este, que hoy atraviesa fenómenos similares. Ese mundo que en los ‘90 intentó una salida a través del multilateralismo, con el ciclo de las conferencias mundiales como intentos de construir una cierta gobernación que finalmente fracasó”. En lo referido a los sucesos de la última década, el ex canciller explicó: “Con el final del optimismo comenzaron a producirse modificaciones en el dinamismo y la importancia relativa de algunos países, como China e India, que alcanzaron un nivel de crecimiento muy superior al de los países desarrollados, con un peso económico que determinó la aparición del mundo multipolar. El mundo de la Guerra Fría, por el contrario, quedó evidenciado en sus limitaciones e imposibilidades”.

En cuanto a la crisis financiera actual del Primer Mundo, Taiana sostuvo: “Por primera vez, la crisis financiera no tiene un efecto tan fuerte en la región y, al revés, tiene un peso muy grande en Europa. En este sentido, podemos decir que hay muestras evidentes de  que el mundo no puede seguir manejándose como venía haciéndolo. Con la conducción del G7 ya no alcanza, y es por eso que el G20 se transformó en un foro privilegiado para tratar cuestiones centrales”.

Por último, destacó: “Nuestra región ha tenido en los últimos años un dinamismo fuerte. Hubo procesos políticos que conmovieron los sistemas tradicionales, con aparición de nuevos partidos políticos que directamente llegaron al gobierno, casos Venezuela, Bolivia, Ecuador y Paraguay; partidos tradicionales que nunca habían accedido, caso Brasil o Uruguay; o partidos tradicionales que modificaron su perspectiva, casos Chile y Argentina. Es decir que, en general, hay un espíritu de renovación y crecimiento. Esto lleva a cambios profundos en lo económico y político. Esta nueva América Latina, y en particular América del Sur, es una América que quiere más y mejor democracia, y que reflexiona críticamente sobre las consecuencias negativas de los procesos previos de apertura económica. Se recuperó un rol para el Estado que estaba perdido, con una fuerte inclinación a favor de la integración”.

A su turno, Graf von Waldersee retomó el concepto introducido por Taiana acerca del nuevo orden mundial bipolarizado y dijo:  “Como alemán y europeo tengo que decir que, en un mundo que necesita alianzas para manejar la globalización, nosotros consideramos el Mercosur como un socio natural. El tema que nos ocupa es el de los nuevos centros de poder, los países que tienen más influencia como motores de la economía mundial, jugando un papel importante en la cooperación y el desarrollo de sus respectivas regiones y contribuyendo con la búsqueda de soluciones para los desafíos globales”.

En esta línea, el embajador alemán describió el particular interés de Alemania en acrecentar la relación con dichas naciones, más allá de sus alianzas tradicionales, y dijo: “Alemania busca socios en estos nuevos centros de poder para desarrollar pautas y políticas renovadoras. Para esto ha promovido el diálogo con países que ya ha dado en llamar potencias emergentes, debido a su gran poder de influencia”. Y agregó: “En este diálogo Alemania pone en juego valores como la libertad, los derechos humanos, la democracia y el estado de derecho. Y fija metas para alcanzar el desarrollo sustentable”.

Sobre el final de este primer bloque, Graf von Waldersee concluyó: “Un mundo bipolarizado necesita alianzas y cooperación. Y nosotros encontramos en América Latina socios naturales para manejar la globalización. Para nosotros vuestra región es interesante porque vemos aquí un compromiso real con los valores del individuo, similares a nuestra concepción sobre derechos humanos. Y este es un pasaje-llave en los lineamientos elaborados por el gobierno alemán en 2003, en relación al desarrollo de políticas conjuntas con América Latina. Entendemos que el manejo de la globalización es una responsabilidad compartida”.

La fragmentación e integración en Europa y América Latina; la crisis financiera internacional y sus impactos en Europa y América Latina; el inter regionalismo, el bilateralismo y el cross regionalism para una reconfiguración de las relaciones europeo-latinoamericanas; las áreas prioritarias y estrategias realistas para un fortalecimiento de las relaciones mutuas a nivel bi-regional y global; y los procesos migratorios y sus impactos políticos, económicos y sociales en la vigencia de los derechos humanos son otros de los temas que se abordarán a lo largo del encuentro, que continúa hasta el martes 23 de octubre.

La entrada es libre y gratuita. Para informes e inscripción previa: rsvp@unsam.edu.ar Tel.: (011) 4006-1500 int. 1015.