Hugo Nielson, el secretario de Relaciones Institucionales de la UNSAM, dio la bienvenida al auditorio -que contó con las presencias del rector de la Universidad, Carlos Ruta, y del vicerrector Daniel Di Gregorio-, presentó a los invitados y resaltó que el objetivo principal del foro es “hablar sobre cuestiones actuales que ayuden a entender la situación en la que se encuentra el país”.

Después tomó la palabra Felipe Pigna, que sin dilatar el comienzo de la entrevista le preguntó a Jorge Neme sobre el nuevo paradigma agrícola en esta primera década del siglo XXI. Al respecto, el secretario ejecutivo del Programa de Servicios Agrícolas Provinciales (PROSAP) dijo que “en los últimos 25 años el sector ha logrado niveles de productividad comparables con los más desarrollados del mundo. De hecho, en varios estudios la competitividad del sector figura en quinto lugar”. Además indicó que el país ofrece una amplia posibilidad de desarrollo social y productivo, debido a que los países que están creciendo desde el punto de vista de la industria y de los servicios ofrecen un mercado atractivo.

Pigna consultó a Neme sobre la posibilidad de no producir simplemente commodities sino de transformar totalmente la materia prima, sobre los países con los que comercializa, sobre la situación del biodiésel, sobre la expansión de las fronteras y sobre el peligro del monocultivo.

Entre las cuestiones a las que se refirió el secretario del PROSAP se destaca el marco general de políticas de protección de la industria y de sustitución de importaciones que lleva adelante el gobierno nacional, en busca de la construcción de un valor agregado. “Hay una política de inversión pública sostenida como nunca hubo en el sector agropecuario, pero también hace falta gente que acompañe este proceso”, dijo. También habló sobre las relaciones de la Argentina con China, un mercado altamente demandante en soja y maíz, con India y con el mundo árabe, que son mercados muy grandes. Respecto a Europa, destacó que “es un mercado que Argentina tiene consolidado en una gran cantidad de rubros de alto valor y eso hay que sostenerlo. La carne sigue siendo un valor agregado; hay una gran cantidad de productos elaborados que van hacia ese continente. Y lo cierto es que pese a la crisis económica, continúa teniendo un poder adquisitivo muy grande”.

Respecto a las características organizativas del campo, Neme indicó que son capitalistas. “En algunas provincias hay un campesinado muy claro, como el noroeste o en Misiones, pero en general lo que hay son trabajadores rurales y un sector capitalista. En las provincias del norte hay un fuerte sector empresarial rural, como en Salta, Tucumán y Jujuy. Hay una marcada impronta de conducta capitalista, emprendedora e innovadora”, dijo.

Cuando fue preguntado por la relación entre campo y gobierno tras la resolución 125, que quiso establecer un nuevo sistema de retenciones móviles a la exportación, el funcionario del PROSAP aseguró que el gobierno está actuando con políticas de inversión, de desarrollo rural y de consolidación que son bienes que todos los sectores contemplan favorablemente. “Hay discusiones sobre la repartición del ingreso, no todo el mundo está conforme. Hoy la cosa está tranquila porque los valores de los cereales y de la oleaginosa están tan altos que soportan retenciones e incluso el doble tipo de cambio existente, por lo que desde ese punto de vista no hay conflicto”, indicó.

Además Jorge Neme habló sobre las fronteras agropecuarias del país, que tuvieron una expansión entre los años 2002 y 2006, y la ley de bosques, que según su visión merece un análisis más profundo: “El bosque sufre una degradación permanente por parte de sus propios habitantes”.  Al respecto de la situación de los pueblos originarios, dijo que el desafío recae en que accedan a mejores niveles de vida a partir de la explotación de los recursos naturales con nuevas tecnologías que los hagan sustentables y le permitan a esta población mejorar su nivel de vida y de inclusión social.

Para finalizar habló sobre el manejo de los recursos hídricos en el país; descartó que exista un peligro real de que la soja se convierta en un monocultivo, gracias a las políticas destinadas a evitar que eso pase;  y dijo que el país tiene un mercado abierto, ilimitado, y las condiciones necesarias para exportar no sólo soja sino un conjunto de la cadena productiva que incluye carnes, cereales y frutas. “Tenemos una enorme tarea por hacer y la posibilidad de alcanzar un destino productivo muy sólido”, dijo Jorge Neme.