En el Auditorio Lectura Mundi del Campus Miguelete, el invitado fue presentado como presidente de la Asociación de Ingenieros y Arquitectos del Metro de Brasil, graduado en Ingeniería Industrial, con posgrados en Administración Industrial de la Universidad de San Pablo, habiendo ingresado en la Compañía del Metropolitano de San Pablo en el año 1988,  hoy desempeñándose en la Gerencia de Concepción y Proyectos de Sistema. José Geraldo Baiao es además miembro de distintos consejos vinculados al derecho de transportes, y asesor en materia de transporte metropolitano para ciudades como Brasilia y Porto Alegre.

Su ponencia se desarrolló en portugués. Durante poco más de una hora hizo un recorrido por la expansión y modernización del ferrocarril en San Pablo. Proyectó gráficos y fotos que mostraban la evolución de los recursos financieros, inversiones, políticas convergentes entre estado y municipio, y detalles del proceso de desarrollo tecnológico para las redes del transporte urbano en San Pablo y Brasil en general, con cifras que mostraron la evolución hasta hoy y la expansión proyectada hasta 2025. Pasó por los grandes planes de inversión previstos en materia de transportes con vistas a la Copa Mundial de Fútbol 2014 y los Juegos  Olímpicos  2016. En cuanto a transportes alternativos habló de la construcción de dos grandes “bicicletarios” que permiten tener espacios para guardar bicicletas como  una opción al transporte público en la ciudad.

Concluída la exposición de Baiao, José Barbero, decano del Instituto Tecnológico Ferroviario, propuso hacer una vinculación de lo expuesto con el caso concreto de Buenos Aires.

En principio le llamó la atención el término metroferroviario, que utilizó Baiao como una convergencia natural entre el subterráneo y los trenes metropolitanos.

Encontró algunas diferencias con la Argentina: la dimensión de San Pablo en su producto bruto es como el de la Argentina entera. “Comparando ambos sistemas”, dijo Barbero, “se ve un metro muy moderno en San Pablo que transporta densidades como pocos lugares del mundo, y un sistema de trenes antiguo; nosotros tenemos en cambio metro antiguo y tren antiguo, lo que representa un problema”. También subrayó el énfasis en la planificación permanente con idea de visión estratégica que es común en Brasil, cuando en la Argentina no se trata de una política habitual.

Algo común que vio Barbero es el esquema centralizado, radial de San Pablo, con los lugares de empleo muy concentrados. Y en cuanto a la estructura general de cómo se organiza la movilidad de las personas en San Pablo, no la vio tan diferente: ”Tal vez en Buenos Aires el transporte individual tenga un poco más de peso que en San Pablo, pero la participación del sistema de rieles es relativamente pequeña, la participación el transporte en colectivos es parecido. Hay un altísimo consumo de combustibles que es igual, una fuerte presencia de la industria automotriz que vende más cuando el país crece, lo que afecta las políticas de movilidad. También coinciden ambas ciudades en la alta participación de las fuentes móviles en lo que es contaminación local y ambiental y la producción del efecto invernadero. En la congestión claramente nos ganan,  y en materia de inversión, la de Brasil es de 4 dígitos, mientras la nuestra es de dos, hablando en millones de dólares. El crecimiento de pasajeros en San Pablo es sostenido, mientras el nuestro ha sido más con olas, sube y baja según los años”.

En materia de tecnología Barbero resaltó el sistema del monorriel en San Pablo y dijo “nosotros hoy no lo tenemos en agenda, es un tema para pensar”.