En el marco del seminario internacional organizado por el IDAES, la red EPC-OEI/CLACSO y la Fundación Heinrich Böll, el pedagogo puertorriqueño Ángel Quintero habló sobre la música y las distintas expresiones culturales que vehiculiza.
Tan pronto llegaron los cincuenta estudiantes que participan del seminario “Cultura Política y Políticas Culturales”, que se lleva a cabo en la UNSAM hasta el 10 de agosto, el decano del Instituto de Altos Estudios Sociales (IDAES), Alejandro Grimson, les dio la bienvenida y presentó al pedagogo Ángel Quintero. Responsable de la conferencia “Culturas musicales, políticas musicales”, Quintero explicó cómo empezó a interesarse por la música: “Es parte de la cotidianeidad en el Caribe. Hasta en los funerales de Puerto Rico hay música”.
Quintero trabaja en dos de sus libros, Cuerpo y cultura y Salsa, sabor y control, el vínculo entre música y sociedad. “Existe una cultura musical afroamericana que va desde los Estados Unidos hasta la Argentina, en la que se aprecian muchas variaciones pero también mucho que se comparte”, dijo.
El pedagogo indicó además que uno de los puntos centrales de la música es la comunicación, la relación dialógica que establece, y para ello contó con la ayuda del Trío Promedio de Pepi Taveira. Este ensamble le puso ritmo a la noción de interacción y ejemplificó muchos de los conceptos de Quintero, como los de ritmo, armonía, melodía, improvisación y música “mulata”, que entiende como aquella compuesta tanto de viejos elementos europeos como nuevos americanos.
Quintero también mencionó la importancia del cuerpo dentro de las culturas musicales y tomó como ejemplo lo que sucede en su país, cuyo himno -por cuestiones políticas, dado que no es un Estado ni tampoco tiene ejército- es un baile: La Borinqueña.
Para concluir con la charla y dejar unos minutos abiertos a preguntas de los alumnos del seminario, Quintero dijo que es importante romper con la idea de centralidad para disfrutar de la heterogeneidad y pidió a los músicos que se despidieran con un tema.