“En primer lugar, sorprende y enorgullece la entereza y conciencia ciudadanas con que las Madres de Ituzaingó han encarado y sostenido su lucha y denuncia contra el glifosato durante los últimos once años”, escribió Carrizo, interesada en observar el caso cordobés para insistir en dos dimensiones clave de la aplicación del desarrollo científico-tecnológico en el país: la democratización del conocimiento y la evaluación del riesgo.

Analizando posibles escenarios de participación comunitaria en función de la socialización del los saberes observó: “Las condiciones para la democratización del conocimiento que propone la interacción, negociación y participación democrática del conjunto de los ciudadanos en aquellos temas con consecuencias directas sobre sus formas de vida –como la salud, el ambiente y el trabajo–, reconociendo que el perfil científico-tecnológico de la sociedad actual impregna los aspectos más básicos de nuestra realidad inmediata, se encuentra en un horizonte todavía distante.”

No obstante, y volviendo al caso por fumigaciones en barrio Ituzaingó, Carrizo señaló que el proceso judicial habría surgido de la mano del reclamo de las madres del partido “…que sin muchas precisiones técnicas –dada la información científica y no científica, ambivalente y poco clara difundida sobre el tema– alertaron tempranamente sobre la presencia en el ambiente de una sustancia química nociva, que comenzaba a afectar la salud de su comunidad.”

Vale recordar que el 11 de junio pasado tuvo inicio en los tribunales de Ciudad Observatorio de Córdoba un proceso judicial sin precedentes en Argentina, a partir del cual se resolverá si los productores agropecuarios acusados (Jorge Alberto Gabrielli, Francisco Rafael Parra y Edgardo Jorge Pancello) son culpables de ‘contaminación dolosa’.

Sobre dicho acontecimiento, Carrizo opinó: “…si bien el inicio de esta causa pareciera representar un avance, intentando aleccionar a dos productores agropecuarios y un piloto que habrían infringido la ley, debemos ser cuidadosos en no desviar el eje de la discusión hacia el “mal uso” de esta tecnología cuando todavía nos debemos un debate serio y profundo sobre las implicancias del actual modelo de producción agrícola, que desde luego trascienden este aspecto.”

Para ver nota completa en Página/12:

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-198768-2012-07-16.html