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Cintia es estudiante del Instituto de Transporte desde 2016. Ya completó las tecnicaturas en Administración y Gestión Ferroviaria y en Tecnología Ferroviaria y está por terminar la Licenciatura en Gestión y Tecnología Ferroviaria. Como si esto fuera poco, se acaba de inscribir en la Ingeniería en Transporte. “El ferrocarril es apasionante, una puerta a un mundo nuevo y a un servicio que es de gran ayuda para toda la sociedad”, asegura.
Cintia Esparza comparte su experiencia como estudiante del Instituto del Transporte (IT) de la UNSAM, los prejuicios que cargan las mujeres al momento de elegir una carrera y la forma en que estudiar la ayudó a forjar su carrera profesional. “Ahora trabajo en la Gerencia de Vías y Obras de SOFSE Central”, cuenta.
Su primera experiencia laboral fue en 2015 en el Tren de la Costa. “Ese año decidí estudiar algo relacionado con el ferrocarril, pero todas las ofertas estaban aranceladas. Por suerte, mi hermano se acordó de la UNSAM: años atrás había asistido a la inauguración de unas carreras del IT”. Lo primero que le interesó a Cintia fue la Tecnicatura en Administración y Gestión Ferroviaria. “Me inscribí con el prejuicio de que la administración era más ‘para mujeres’, pero después de recibirme en 2018 cursé algunas materias más y completé la Tecnicatura en Gestión y Tecnología Ferroviaria. Ahora me faltan 5 materias para terminar la Licenciatura”, celebra.
Pero eso no es todo, este año Cintia se anotó en la Ingeniería en Transporte. “La intermodalidad del ferrocarril con otros medios de transporte es de gran ayuda social. Entender que este servicio es parte de un sistema más grande me dio ganas de estudiar el funcionamiento del resto de los medios de transporte. Por otro lado, el ferrocarril es algo apasionante, una puerta a un mundo nuevo. No solo las materias técnicas que se encargan de la parte ‘dura’ del sistema, sino también las materias sociales. Descubrir el tren como un servicio para la sociedad y poder identificar su importancia real gracias al conocimiento y acompañamiento de lxs docentes de la UNSAM es algo que agradezco mucho”.
Estudiar en la universidad una carrera tradicionalmente asociada al universo “masculino” también le permitió a Cintia ampliar criterios frente a ciertos prejuicios sexistas. “Al principio fue difícil: hubo algunos comentarios machistas. Con el tiempo, eso se fue modificando. Incluso hoy tengo profesorxs que usan el lenguaje inclusivo en los mails y comunicados formales, y eso te hace sentir incluidx”, destaca.