El autor de “La sociedad de riesgo” y uno de los críticos más duros de Angela Merkel llegará al país en abril, invitado por la Fundación OSDE, la Universidad Nacional de San Martín y la Diego Portales de Chile. En su visita al Campus el 17 de abril será reconocido por el rector Carlos Ruta, dictará la conferencia “La Crisis de Europa” y dará una clase magistral para estudiantes e investigadores. Leé a continuación las reseñas de sus libros “Amor a distancia” y “La Europa alemana” por Ana María Vara, investigadora del Centro de Estudios de Historia de la Ciencia y la Técnica José Babini (CEJB) de la Escuela de Humanidades y directora de la Licenciatura en Comunicación Audiovisual.
Por Dolores Caviglia.
En el otoño de 1513, el escritor florentino Nicolás Maquiavelo -también diplomático, funcionario público y filósofo- escribió su obra más popular, El Príncipe, un tratado de doctrina política publicado tras su muerte en el que recomienda a los que están en el poder “ser autoritario, ya que cuando se es clemente o liberal se le da libertad tanto a las personas como a los hechos”. A lo largo de sus veintiséis capítulos, el italiano se dedica a describir no lo que los hombres debieran hacer sino lo que de hecho hacen, por lo que deja a un lado la moral y pone énfasis en características como la utilidad, el valor, la virtud, la fuerza y la astucia. Una vez publicado El Príncipe en 1531, Maquiavelo recibió el reconocimiento que no tuvo en vida y que perdura, y se convirtió en adjetivo: en la actualidad, ser maquiavélico significa obrar con malicia.
Hoy, quinientos años después, el sociólogo alemán Ulrich Beck entiende que la canciller de su país, Angela Merkel, debió haber leído el manual para el ejercicio del poder del florentino (como lo hicieron Napoleón Bonaparte y el cardenal Richelieu, entre otros) dado que puede ser descripta justamente con ese término. La política principal de “Merkiavalli”, apodo que puso Beck a la jefe de Estado alemana por Machiavelli -Maquiavelo en italiano-, no es otra que la que aparece en El Príncipe y que aconseja a los gobernantes hacerse amar y temer en simultáneo, y atenerse sólo a lo que dijeron el día anterior. Porque según el sociólogo, Merkel aprovechó la crisis económica para remodelar las relaciones de poder en el viejo continente y es quien decide sobre el resto; además, logró aplicar un neoliberalismo brutal hacia sus socios europeos mientras fronteras dentro se muestra con un tono socialdemócrata.
Ulrich nació en marzo de 1944 en Stolp, una ciudad polaca hoy conocida como Slupsk y que durante la Segunda Guerra Mundial albergó un campo de concentración nazi. Estudió sociología, filosofía, psicología y ciencia política en Friburg y en Munich. En 1972, a los 28 años, ya se había doctorado. Poco después, comenzó a dar clases en universidades de Europa –entre otras la London School of Economics-, y hasta hoy no paró. Además, es editor de la revista sociológica Soziale Welt (Mundo social), dirige el centro de investigación sobre la modernización de la Universidad de Munich y es el investigador principal del proyecto Cosmopolitismo Metodológico en el Laboratorio de Cambio Climático del European Research Council.
Se especializó en aspectos como la modernización, los problemas ecológicos, la individualización, la globalización, las condiciones cambiantes del trabajo y la flexibilización de sus procesos. Publicó más de veinte libros al respecto, entre ellos ¿Qué es la globalización?, La democracia y sus asesinos, La individualización y Poder y contrapoder en la era global. Además, entiende que la sociología debe defender su espacio de reflexión para no abandonar el análisis crítico frente a los problemas de nuestro tiempo; y acuñó un nuevo concepto sociológico: “la sociedad del riego”, a partir de la obra homónima escrita en la década de 1980 que lo posicionó a nivel mundial y que también provocó el enojo de varios especialistas, que lo tildaron de alarmista. Ulrich define la sociedad del riego como la “fase de desarrollo de la sociedad moderna donde los riesgos sociales, políticos, económicos e industriales tienden cada vez más a escapar de las instituciones de control y protección”. Lo que el sociólogo intenta explicar es que la sociedad posmoderna asume en su propia identidad una carga de riesgo que encierra una contradicción gravísima: el peligro de la supervivencia de la especie.
Su último trabajo, Una Europa alemana, analiza el “merkiavelismo”, la fusión de Merkel y Maquiavelo. Según sus palabras, “Europa tiene un teléfono, está en Berlín y es de Angela Merkel”. Para Beck, Alemania no persiguió este liderazgo que hoy ostenta sino todo lo contrario; es una de las tantas consecuencias no premeditadas. El multilateralismo que se propuso en sus orígenes la Unión Europea en 1993 hoy no es otra cosa que unilateralismo germano. La crisis del euro puso a toda Europa contra las cuerdas y a la canciller alemana en el trono; Merkel fue capaz de trasgredir permanentemente sus dogmas sin provocar protestas sociales ni perder aceptación, cambió su postura cada vez que le convino tal cual propone el escritor florentino: “Cuando un príncipe dotado de prudencia advierte que su fidelidad a las promesas redunda en su perjuicio, y que los motivos que le determinaron a hacerlas no existen ya, ni puede, ni siquiera debe guardarlas, a no ser que consienta en perderse”. Asimismo, el sociólogo cree que con su estrategia de rechazo, de no invertir, de dudar y de no conceder créditos, Alemania logró ubicarse como potencia y dirigente en medio de la crisis.
Pero las convicciones de Beck son otras. Él defiende el contrato social; considera que Europa debe ser refundada con políticas que vayan más allá del ámbito estatal. No es que entienda que todas las normas políticas deben volver a redactarse, sino que piensa que deben adaptarse de una buena vez a la realidad social, a las necesidades del momento, al patrimonio de la sociedad. Para Beck es tiempo de la cooperación supranacional, que sirva como instrumento de refuerzo del desarrollo y de la estabilidad local. Por esto propone un estado cosmopolita, autónomo pero plenamente abierto a la cooperación y a la cohesión internacional.
Sobre todas estas cuestiones hablará Ulrich Beck cuando visite la Argentina en el marco de la Cátedra de Globalización y Democracia que la Universidad Nacional de San Martín comparte con la Universidad Diego Portales, de Chile, y que dirige Ernesto Ottone. (Para más información http://www.
La entrada a la conferencia es libre y gratuita, previa inscripción. Para informes e inscripción visite www.fundacionosde.com.ar o comuníquese al 0810-333-3673.
Leé las reseñas de Ana María Vara sobre Amor a distancia y La Europa alemana.
A este sociólogo alemán (Ulrich Beck) , lo acabo de conocer hoy en un comentario que hicieron sobre su libro en “VISION 7”. Un programa sobre el panorama político y social internacional de la TV. PUBLICA. Así como el programa, me pareció muy interesante lo que él destaca y analiza en su libro “La Europa Alemana”.