#OrgulloUNSAM, Instituto Sabato
Matias Acosta fue elegido entre los 400 científicos jóvenes más destacados del mundo para participar de la ceremonia en la que se reunirán 31 premios Nobel de diversas áreas de la ciencia. El ingeniero en Materiales egresó del Instituto Sabato en 2011 y ya tiene una prolífera carrera en el desarrollo de materiales piezoeléctricos.
Por Gaspar Grieco
Todos los años, el Lindau Nobel Laureate Meeting, un encuentro internacional que se realiza en la ciudad alemana de Lindau, reúne a científicos ganadores del Premio Nobel con los más destacados jóvenes investigadores de todo el mundo para discutir los temas centrales de interés científico y social. En el 67.º encuentro, Matias Acosta, egresado de la carrera de Ingeniería en Materiales del Instituto Sabato, estará presente por sus contribuciones al área de los materiales no contaminantes.
“Es una oportunidad única y memorable. El hecho de poder discutir y pasar una semana con tantas personas que cambian y moldean el desarrollo de la humanidad mediante avances científicos es prácticamente inimaginable. De hecho, sólo es posible participar una vez en la vida en la reunión. Estoy sumamente agradecido”, expresa el investigador.
Que eligieran a Acosta como uno de los más destacados investigadores jóvenes del mundo no es casual, ya que el científico cuenta con una trayectoria altamente reconocida: recibió premios en tres conferencias internacionales al mejor póster y obtuvo la mención a la segunda mejor idea, mejor tesis doctoral y desarrollo académico sobresaliente en la Universidad Técnica de Darmstadt (Alemania). Además, la editorial científica Springer, una de las más prestigiosas del mundo, publicó su tesis doctoral en formato libro.
Acosta define este reconocimiento como un logro de la educación universitaria argentina y cuenta: “Me esforcé mucho durante mi carrera y adquirí conocimientos como para poder ejercer mi profesión en países desarrollados como Suiza, Alemania y Japón. Me sentí bien preparado y pude abordar temas nuevos. Pude adaptarme a estos nuevos ámbitos culturales y labores debido a la formación que recibí en el Instituto Sabato, que fue amplia en diversos temas relacionados con la ingeniería y ciencia de materiales. Por otro lado, creo que los argentinos contamos con cierto grado de innovación, algo que juega un papel fundamental en el desarrollo de nuevas ideas”.
El ingeniero también resalta el apoyo recibido durante su formación en el Instituto Sabato: “El hecho de haber recibido una beca de dedicación completa me sirvió para poder concentrarme en mi estudio. La mitad de los alumnos de mi camada se dedicó a la ciencia, mientras que la otra mitad se dedicó a la industria, lo cual es una tendencia que suele darse en el Instituto. Otro de sus puntos fuertes es la gran cantidad de horas de práctica en laboratorio que poseemos. Mantengo buena relación con los directivos y profesores del Instituto, siempre me apoyan”.
En cuanto al crecimiento del área de estudio en el país, Acosta señala que “de a poco, la carrera en materiales se va haciendo más conocida en la Argentina” y esto se debe a la necesidad de mejora de procesos productivos, mantenimiento de planta, prevención de corrosión, mejora de propiedades mecánicas y eléctricas de sus productos y desarrollo de nuevos materiales, entre otras aplicaciones. “Con el incremento de la producción y el desarrollo de las áreas de biocombustibles, energías renovables y biotecnología creo que en el país van a surgir nuevas líneas de trabajo para ingenieros en materiales”, completa.
Junto a sus padres
Acosta se dedica al estudio y desarrollo de los llamados piezoeléctricos, materiales que se caracterizan por producir una descarga eléctrica cuando se los deforma. Hoy, muy cotizados en el mercado internacional, se utilizan en sensores de deformación, en acelerómetros, transductores, inyectores de combustible en automóviles y tinta en impresoras, entre muchas otras aplicaciones.
“Entre mis aplicaciones favoritas se encuentran los pisos inteligentes de los subtes de Tokio. Las personas caminan sobre un piso que, debajo, tiene instalados piezoeléctricos, los cuales proveen la energía para iluminar las estaciones. Otro desarrollo que se está llevando a cabo es el de las pantallas táctiles transparentes piezoeléctricas, que funcionarán para cargar la batería del celular con cada tecla que apretemos cuando mandemos mensajes. El problema con estos materiales es que, en su mayoría, contienen plomo, que es un metal altamente contaminante. Mi trabajo de doctorado se basó en el desarrollo de nuevos materiales piezoeléctricos no contaminantes”, explica el investigador.
Aunque parezca increíble y lejano, en la actualidad nuestra sociedad convive todos los días con este tipo de materiales. El ejemplo más claro es el encendedor Magi-clic, que, según cuenta Acosta, “¡De mágico no tiene nada!”. El encendedor contiene un dispositivo piezoeléctrico gracias al cual se genera una elevada tensión, produciendo un arco eléctrico que enciende la llama de gas.
“Actualmente voy a visitar Alemaniapara terminar unos trabajos que tengo pendientes dentro del área de materiales piezoeléctricos para su aplicación como biomateriales y comienzo mi trabajo en materiales nanoestructurados para celdas de combustible. A futuro, y luego de mi retorno a la Argentina, pretendo involucrarme en el área de políticas científicas, por lo que esta reunión en Lindau me servirá para discutir mis ideas sobre el tema”, concluye.
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Un muchacho excelente científica y humanamente. Tiene una muy linda familia que siempre lo apoyó.
Un ejemplo para demostrar que la juventud tiene oportunidades. Que no está nada perdido