Mariana Mazzucato es doctora en Economía y su estudio aborda la centralidad de las políticas públicas en el desarrollo económico. Sus investigaciones reivindican el rol de los Estados en el desarrollo científico, tecnológico e industrial no solo a través de diversos instrumentos de estímulo a la oferta, sino también a través de la utilización de la demanda pública. Esto implica, entre muchas otras tareas, seleccionar sectores y actividades concretas para fomentar su desarrollo con fines estratégicos.

Mazzucato presenta una cantidad sorprendente de casos extensamente documentados en los que el Estado, a través de diversas agencias gubernamentales, compra pública o promoción directa con fondos públicos para investigación y desarrollo, ha influido en la innovación y el cambio tecnológico en áreas tan diversas como el desarrollo de los ferrocarriles transcontinentales, las industrias de la computación, la biotecnología y las tecnologías verdes. Lo más atractivo de su enfoque es que logra desenmascarar mitos muy establecidos sobre los emprendedores privados y su propensión al riesgo. En particular, discute el caso de la familia de productos Apple (i-Phone, i-Pad, i-Pod), que se suponen resultado exclusivo de la inventiva del sector privado cuando la evidencia indica que estos productos no existirían sin la participación pública en el desarrollo de al menos 12 tecnologías específicas, entre ellas, las pantallas táctiles que fueron desarrolladas con fondos públicos.

En sus trabajos también se subraya el rol de la cooperación público-privada. Este es el caso de vinculación entre la DARPA (la agencia estadounidense de investigación de productos avanzados para la defensa) y la Universidad de Stanford (Estados Unidos) en el desarrollo de tecnologías para el comando por voz que en la actualidad utilizan una diversidad de tabletas y teléfonos inteligentes. De acuerdo con ella, la inteligencia comercial y la perspectiva sobre los negocios de algunos de los emprendedores emblemáticos de los Estados Unidos tienen mérito propio, pero sus éxitos solo pueden entenderse en un contexto de desarrollo tecnológico construido y alentado desde el Estado.

La doctora en Economía sostiene que es el Estado quien define las grandes áreas tecnológicas, adelantándose a los detalles de los nuevos paradigmas tecnológicos. No se limita solamente a financiar la investigación y el desarrollo, ni a crear un entorno favorable para la interacción entre los agentes del sistema nacional de innovación. Asume el liderazgo formulando una visión estratégica respecto a las nuevas áreas de oportunidades tecnológicas. Esta trayectoria puede observarse en el caso de las autopistas de la información, que luego dieron lugar a internet, o a la secuencia genética en los años 70 y 80.

En la actualidad las nuevas áreas estratégicas son la nanotecnología, la nueva manufactura y la tecnología verde (la bioeconomía). El Estado invierte en la generación de capacidades en las etapas tempranas de la investigación y el desarrollo e identifica y promueve varias trayectorias posibles (a partir de marcos de regulación y de propiedad intelectual que favorezcan selectivamente a los innovadores). Además, crea y promueve redes que articulan empresas, universidades y agentes financieros a fin de garantizar la difusión del conocimiento y las innovaciones desde el sistema científico hacia desarrollos comerciales.

En su último libro, El Estado emprendedor, Mazzucato expone que, detrás de las grandes innovaciones del siglo XX, estuvo el Estado, no solo con su capacidad de financiamiento, sino, y fundamentalmente, con su disposición a asumir importantes riegos asociados a los procesos de innovación. Esta aseveración desmiente la visión convencional y más extendida de la teoría económica, en la que el sector privado tiene el dinamismo y la mirada estratégica, y asume los costos y riesgos necesarios para la innovación. De acuerdo con su tesis, el sector privado no habría podido alcanzar los importantes logros tecnológicos que presenciamos a lo largo del siglo XX —y en lo que lleva el siglo XXI— sin la intensa intervención del Estado. Estas políticas gubernamentales han resultado clave no solo por su ineludible participación en la provisión de una infraestructura básica para la investigación y el desarrollo, y la construcción de un acervo cultural a partir de la inversión en educación, sino también por los esfuerzos constantes y sistemáticos para promocionar el desarrollo tecnológico en áreas clave acordes a las prioridades dentro de la estrategia de desarrollo. Así, su argumento central gira en torno a la necesidad de un Estado que no solo resuelva las fallas de mercado, sino que trabaje para generar nuevos mercados a partir de la promoción de sectores y actividades estratégicas.

Por su destacada trayectoria académica en economía industrial y finanzas de la innovación, y su trabajo centrado en el rol estratégico e insoslayable de las políticas públicas para el desarrollo científico tecnológico e industrial de los países, la UNSAM ha decidido distinguir a Mariana Mazzucato con el título de doctora Honoris Causa el viernes 22 de abril a las 10 en el Teatro Tornavía del Campus Miguelete.