Con la presencia de Estela de Carlotto, Hebe de Bonafini, el vicepresidente Amado Boudou, el secretario de Justicia Julián Álvarez, el ex juez español Baltazar Garzón, entre otras personalidades, y la actuación de Liliana Herrero e Ignacio Guido Montoya Carlotto, el rector Carlos Ruta encabezó la celebración por la trayectoria del juez de la Corte Suprema de la Corte Suprema y director del Programa de Investigación en Criminología de la Universidad.
Cientos de personas se reunieron en el Campus Miguelete para celebrar la trayectoria del juez de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Eugenio Raúl Zaffaroni, quien dejará su cargo tras once años el próximo 31 de diciembre. “Me voy a dedicar a la docencia, que es donde empecé. No me voy: vuelvo al principio, vuelvo a la vida académica. En nuestro país y en la Patria Grande”, dijo Zaffaroni, que es director del Programa de Investigación en Criminología de la Universidad Nacional de San Martín.
La ceremonia fue conducida por los periodistas Víctor Hugo Morales y Mariana Moyano, quienes destacaron la trayectoria de Zaffaroni y reivindicaron su papel como símbolo de la renovación de la justicia argentina a lo largo de más de una década en el cargo, desde que en 2003 lo nombrara el expresidente Néstor Kirchner.
La ceremonia fue inaugurada por las palabras del rector Carlos Ruta, quien agradeció que la UNSAM haya sido el lugar elegido para el homenaje y fiesta de despedida del juez. “Esta es una noche de gratitud por eso y porque, tal como dice Raúl, si queremos transformar la justicia y la sociedad, tenemos que hacerlo transformando las nuevas generaciones de universitarios. Esta noche celebramos su vida y su trayectoria, pero también celebramos la vida misma: porque la trayectoria de Raúl, como la de tantos otros que están aquí hoy, es la de una lucha; una lucha por la defensa de los derechos, por la dignidad de las personas, para que en este país haya memoria y justicia”, dijo el Rector. “La obra de Raúl significa repensar la sociedad humana, repensar el derecho desde el más profundo sentido de la dignidad humana. Esa capacidad de ser lo que somos, de encontrarnos a nosotros mismos en la aventura del conocimiento. Gracias por haber elegido no ser el garante de los privilegios de los poderosos, gracias por haber elegido ser el garante de los derechos de todos y todas las argentinas, sobre todo de los desposeídos, de los más vulnerables, de los que no tienen voz, de los que nos son visibles, de esos hermanos y hermanas nuestros que aun necesitan un a justicia que se haga cargo de realizar en sus vidas el derecho. Gracias, Raúl”.
Desde las primeras filas, siguieron toda la ceremonia el vicepresidente, Amado Boudou; el secretario de Justicia, Julián Álvarez; el subsecretario de Política Criminal, Juan Martín Mena; las diputadas Diana Conti y Adela Segarra; las titulares de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto y de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini –además de un grupo de Madres-; el exjuez español Baltazar Garzón; el secretario de la CTA, Hugo Yaski; el diputado Leonardo Groso, los secretario y subsecretario de Agricultura Familiar, Emilio Pérsico y Ramiro Fresneda, acompañados de campesinos de Santiago del Estero.
Se mostraron dos videos sobre la vida cotidiana del juez y otro sobre su paso por la Corte, desde que fue propuesto por Néstor Kirchner hasta su carta de renuncia a la Presidenta de la Nación –este último realizado por Infojus Noticias-. Entre uno y otro el grupo de folclore Metabombo –del que forman parte Camilo Carabajal y Micaela Farías Gómez-, luego Liliana Herrero y Peteco Carabajal.
Víctor Hugo Morales anunció el cierre antes de darle la palabra a Zaffaroni: “Estamos los que queremos siempre una sociedad más justa, los que soñamos con una sociedad más igualitaria, aquellos que concebimos que no se puede vivir sin incluir a todos. Estamos los que pedimos que la palabra justicia sea lo que queremos que sea y no algo que, como en lo cotidiano de los últimos tiempos, se envilece a tal extremo que uno tiene miedo de que al irse el doctor Zaffaroni de la Corte todavía falte más y más de lo que anhelamos conseguir. En lo más alto está este hombre, que es Zaffaroni. Somos lo que admiramos y esta noche somos todos Raúl Zaffaroni”, señaló el periodista y conductor.
“Confieso que tengo miedo. Tengo miedo porque siempre temí a los halagos. Los seres humanos con los halagos suelen perderse y no quiero, no quiero comerme ningún personaje. Sigo siendo Raúl, aquel pibe de Flores que se tomaba el 124 para ir a la Facultad de Derecho – comenzó Zaffaroni-. Sigo pensando que no hice nada fuera de lo común, que hice siempre lo que me pareció correcto aunque algunas veces me haya equivocado”.
Luego recordó la sorpresa por el nombramiento, en 2003, y habló sobre la necesidad del derecho: “Estos once años me sirvieron para aclarar mi objetivo. Quiero contribuir para dar a nuestro pueblo fe en el derecho, en las instituciones. Suena conservador, reaccionario, versero. Justamente es eso que quiero desterrar. Nuestro pueblo latinoamericano no cree mucho en el derecho, ¿por qué? Porque casi siempre que le invocaron el derecho, las constituciones y las instituciones fue para engañarlo y estafarlo. (…) Enfrente de esa pretensión estamos los que queremos perfeccionar el derecho para hacerlo el instrumento de reivindicación de los sectores desfavorecidos, de transformación de las sociedades increíblemente desiguales que tenemos en nuestra región. Y cuidado que esto no es por un mero sentimiento de justicia; no es sólo por eso, es porque la desigualdad mata, va acompañada de la violencia, es por el derecho a la vida que tenemos que defender al derecho”, continuó. Y en el cierre destacó la importancia de volver a las aulas como docente y formador de las nuevas generaciones: “El derecho debe ser repensado para ser una herramienta de construcción de sociedades más igualitarias. Y para repensarlo es necesario tener cuadros jurídicos, formar a nuestros pibes al tiempo que pensamos nuestra doctrina jurídica. De nuestros barrios latinoamericanos, de nuestros asentamientos precarios quiero que surjan los nuevos juristas populares del futuro. No es una locura, es una posibilidad real. Tenemos que hacerlos. Los pibes pueden hacerlo, tienen la fuerza para soñar y soñar es tener proyecto. Debemos darles las armas técnicas a nuestros pibes, y sueños con ellas. En este siglo, como nunca saber es poder. La revolución la hemos hecho tomando el saber, ese es el que puede hacer la revolución: médicos, ingenieros, técnicos, investigadores tiene que salir de nuestras villas, de nuestros pueblos jóvenes”.
Para más información sobre la trayectoria de Zaffaroni, consultá el especial diseñado por Infojus Noticias: http://zaffaroni.infojusnoticias.gov.ar/