Juan Martín Fernández tiene 52 años, es profesor de Educación Física, Licenciado en Ciencia Política (UBA) y, ahora también, Magíster en Política y Gobierno de la Escuela de Política y Gobierno de la UNSAM. 

Tras un año de entrevistas, lecturas, e investigación, Juan Martín presentó su tesis “Redes comunitarias para atenuar el abandono escolar en el barrio 21-24-Zavaleta”, dirigido por Federico Rossi. La tesis trata sobre los recursos que emplean las escuelas junto con actores y organizaciones barriales de educación no formal (apoyos escolares, deporte, arte, capillas, orquesta, entre otros) para atenuar el abandono escolar en el barrio 21-24-Zavaleta.  

¿Cómo empezaste a involucrarte en el ámbito educativo del Barrio 21-24?

Comencé con el Padre Pepe dando apoyos escolares y después me fui dedicando a la docencia en dos escuelas de la zona: Cruz del Sur y Caacupé. Ahí, además de ser docente, colaboro como voluntario: con apoyo escolar, con temas de adicciones, con mujeres vulneradas, y actividades que se promueven en la parroquia. 

En tu tesis buscaste combinar el trabajo de investigación con tu trabajo en el territorio. ¿Cómo fue esta experiencia? 

Mi intención era darle un marco científico-académico a este trabajo para que sirviera de recomendación, tanto en el ámbito académico como en el de la política, para las políticas públicas. Por eso, como resultado de mi tesis, presento una serie de recomendaciones para la gestión de los centros educativos de barrios populares, que pueden ser útiles para pensar políticas públicas en contextos vulnerables. Son recomendaciones que salieron de las escuelas: de las charlas con directoras, docentes o quienes están a cargo de la educación no formal. Y es bueno tenerlas en cuenta, porque hay gente que está trabajando desde las bases y muchas veces vemos que desde los ministerios se baja una línea que no es tan adecuada para la realidad de los barrios. 

¿Cuáles son, por ejemplo, algunas recomendaciones? 

Por ejemplo que, desde los magisterios y profesorados, los docentes tengan una formación especial vinculada a temas psico-afectivos, de prevención de abusos o adicciones; que los docentes que trabajan en estas zonas posean un mejor salario debido a las dificultades que atraviesan; que los planes de estudios se adecúen a las realidades de aprendizaje de los estudiantes de barrios populares; generar redes con ONGs de temas especializados, universidades para trabajar temas de voluntariado y empresas para acceder a mejoras edilicias y de materiales; entre otras propuestas. 

¿Por qué elegiste la UNSAM para tu posgrado? 

Yo soy de San Martín, me crié a 6 cuadras de la Universidad. En su momento, no pude estudiar Ciencia Política porque todavía no existía la carrera acá, así que la hice en la UBA, pero siempre tuve ganas de acercarme a la Universidad. Por otro lado, yo veía que la UNSAM tiene un trabajo territorial muy fuerte y eso a mí me gusta mucho. Además, yo trabajo en Carcova y veía que ahí nomás está la Escuela Secundaria Técnica, o sea que veía el compromiso de la universidad con el territorio.  

¿Cómo fue tu experiencia en la Maestría en Política y Gobierno? 

La verdad que estoy muy asombrado por el nivel de todos los docentes que tuve en las distintas materias. Me sorprendió que todos tenían maestría y doctorado, casi todos en el exterior. Además, con el conocimiento de la bibliografía de los últimos años, o sea, muy actualizados. También me llamó mucho la atención la calidad humana, la cercanía que tenían. Eso, también, me pareció sumamente importante.  

Y tuve una relación especial con los profesores del taller de tesis –Lucas Christel y Patricio Besana- que me acompañaron un montón y me demostraron mucho interés en el tema. Respecto a mi director de tesis –Federico Rossi- fue una experiencia espectacular: por el conocimiento que tiene Federico en cuestiones de territorio, movimientos sociales, trabajos comunitarios; por la parte humana; y porque fue muy profesional a la hora de aconsejarme. Así que para mí es un equilibrio entre lo académico y lo humano muy importante. 

Actualmente, ¿qué proyectos tenés? 

Ahora me vine a vivir a Barcelona por un año. Estoy trabajando en la Universidad Ramón Llull, ya que quieren involucrarse desde la universidad con los barrios para trabajar el tema de redes comunitarias y la integración social. En este sentido, mi experiencia en el Barrio 21 es muy valiosa, ya que trabajé mucho el tema de redes comunitarias y la integración con hijos de inmigrantes, con segunda generación de inmigrantes; y también aporta mi mirada desde el punto de vista académico para pensar cuestiones de territorio, de redes comunitarias, de promoción social y educativa.