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Ingenieros de la Escuela de Ciencia y Tecnología y de la Comisión Nacional de Energía Atómica diseñaron un equipo que se adapta a los respiradores de bajo costo para monitorear los parámetros respiratorios de los pacientes internados.
El sábado 21 de marzo, tan solo un día después del inicio de la cuarentena, Federico Golmar -decano de la Escuela de Ciencia y Tecnología (ECyT)- contactó por whatsapp a los investigadores de la UNSAM Guillermo La Mura, Norberto Lerendegui y Mariano Caruso. “Che, algo tenemos que hacer porque esto del coronavirus viene mal”, les dijo. Enseguida, entre los cuatro generaron una tormenta de ideas y propuestas.
En principio surgió la idea de generar un respirador económico para pacientes con Covid ante un posible colapso del sistema de salud, pero en conversación con médicos y especialistas descartaron la idea. Fue entonces cuando propusieron crear un monitor con sensores que mida los parámetros respiratorios de los pacientes a los cuales se les coloca un respirador y monitoree su ventilación mecánica. “Genial, lo hacemos”, dijo uno. Luego, se asociaron con profesionales de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y presentaron el proyecto en la convocatoria extraordinaria de la Agencia I+D+i para su financiamiento. El ente público entendió que el proyecto calzaba como un pase de Juan Román filtrado entre centrales.
Seis meses después, el equipo de trabajo montó el primer prototipo del monitor Respimon. Se trata de un equipo del tamaño de una tablet adaptable a todo tipo de respiradores, fácilmente transportable y con soportes para ser colocado o colgado en cualquier superficie. Otra ventaja: permite abaratar costos al sistema de salud, dado que los respiradores de última generación ya cuentan con esta tecnología pero su valor ronda los 25 mil dólares y esta innovación se calcula en alrededor de mil.
“Para pensar en equipamiento médico, los tiempos fueron mínimos. Emociona mucho ver el prototipo terminado. Lo que sigue es encontrar una empresa a la que le interese esta innovación, para poder fabricarlo en una escala mayor”, dice Golmar.
El monitor Respimon ofrece información en tiempo real y de manera remota sobre los principales parámetros ventilatorios de los pacientes con respirador. Es decir, en términos médicos mide frecuencia respiratoria, tiempo inspiratorio, relación tiempo inspiratorio – tiempo espiratorio, flujo inspiratorio pico, volumen corriente inspiratorio, volumen corriente espiratorio, presión inspiratoria pico, presión de meseta, presión positiva al final de la espiración, fracción de oxígeno en inspiración.
“Es una alternativa que le aporta monitorización a los respiradores simplificados a bajo costo para equipararlo más a un respirador de terapia intensiva”, explica el docente e investigador de la ECyT Mariano Caruzo y amplía: “además de medir los parámetros respiratorios de los pacientes, tiene alarmas que se activan cuando una persona tose por ejemplo. Y como está conectado por wifi, el médico puede seguir ese monitoreo en tiempo real desde su computadora o una tablet para que no tenga que acercarse a los pacientes con riesgo de infección”.
Otro de los beneficios del dispositivo es que puede desmontarse del respirador y continuar monitoreado a los pacientes que ya no necesiten ventilación mecánica. “En este escenario de pandemia, hay pacientes internados que ya no necesitan respirador. Entonces, se les puede retirar el respirador para usarlo en otros pacientes pero seguir monitoreando sus parámetros de respiración con el monitor”, explica Guillermo La Mura, investigador y coordinador de la carrera de ingeniería Biomédica de la ECyT.
El monitor Respimon cuenta con una tecnología sencilla y sus comandos y botones se manejan por pantalla táctil, por lo que puede ser utilizado por cualquier profesional de la salud sin necesidad de contar con técnicos o ingenieros especializados.
Todo el software y el montaje del equipo fue desarrollado por los ingenieros de la ECyT y la CNEA Federico Golmar, Guillermo La Mura, Norberto Lerendegui, Mariano Caruso, Alberto Lamagna, Pablo Marti, Guido Berlin y Pablo Alonso, con la colaboración del Grupo Pladema. Durante todo el proceso, los investigadores estuvieron en contacto con médicos y especialistas para generar una innovación cómoda y accesible para el personal de salud. Especialmente con el doctor Fernando Ríos, Director Médico y Jefe de Terapia Intensiva del Sanatorio Las Lomas (Bs. As.) y Editor en Jefe Revista SATI (Revista Argentina de Terapia Intensiva).