Por Alejandro Zamponi. Fotos: Pablo Carrera Oser 

“La UNSAM siempre estuvo guiada por palabras clave como ‘investigación’ e ‘innovación’. Así fue cómo creó los institutos de Biotecnología y de Nanosistemas. Hoy piensa en la inteligencia artificial”, dijo el vicerrector Alberto Carlos Frasch en la presentación del proyecto Inteligencia Artificial Interdisciplinaria (IAI). “La inteligencia artificial existe en los diferentes institutos y escuelas de la Universidad, pero todavía no está integrada”, explicó Frasch sobre la nueva propuesta de la Escuela de Ciencia y Tecnología (ECyT), que cruzará especialistas de distintas disciplinas.  

Al frente de la iniciativa estará Daniel de Florian, investigador superior del CONICET y director del Centro Internacional de Estudios Avanzados (ICAS) de la ECyT. “La revolución industrial 4.0 ya está en marcha. Por día producimos miles de millones de gigabytes y las nuevas tecnologías se desarrollan para generar conocimiento y valor en torno a esa información”, dijo de Florian, que definió la inteligencia artificial (IA) como un aprendizaje automático basado en datos. “No importa si lo llamamos machine learning, ciencia de datos, deep learning, redes neuronales o data visualization”, amplió.

Sobre la aplicación de la IA al sector productivo, el especialista señaló: “Entre las diez empresas más grandes del mundo hay siete de base tecnológica y digital como Amazon, Google, Facebook. Esto también sucede en la Argentina, donde tenemos cinco unicornios —empresas que valen más de mil millones de dólares—, de los cuales la empresa líder vale más que YPF”. 

Luego, Diego Fernández Slezak, especialista en computación de alto rendimiento, inteligencia artificial y neurociencias de la UBA, propuso un recorrido por la historia de la inteligencia artificial desde los orígenes de la computación con Alan Turing y su famoso test para distinguir un humano de una computadora. El especialista habló del primer programa de inteligencia artificial creado en 1955 y premiado en 1975 y recordó el primer partido de ajedrez que la computadora Deep Blue le ganó al campeón mundial Gary Kaspárov.

Fernández Slezak también se refirió al software para el reconocimiento de caras, una capacidad intuitiva muy desarrollada por los seres humanos que —se creía— no podría ser alcanzada por las computadoras. “Hoy la inteligencia artificial supera al ser humano en efectividad de reconocimiento facial. ¿Qué fue lo que cambió?”, se preguntó. En esa línea, el investigador destacó el poder de cómputo, la memoria RAM y el desarrollo de algoritmos más complejos. “Cien mil millones de cuentas por segundo en una computadora estándar son números difícil de ponderar”, evaluó.

Sobre el deep learning entendido como algoritmos más datos, Fernández Slezak dijo: “Es un aprendizaje que permite que las computadoras tengan, en algunos campos, rendimientos superiores a los del ser humano, aunque no sabemos bien cómo lo hacen. La codificación de la información en el cerebro y en las computadoras es diferente. El cerebro es mucho más eficiente. Cuando comprendamos qué hace que las neuronas funcionen tan bien, los transistores tendrán mayor poder de cálculo”. 

Por último, Fernández Slezak compartió su experiencia con ENTELAI, un emprendimiento que le permitió comercializar servicios a importantes centros de salud como FLENI. En particular, habló del desarrollo de un software para la detección de atrofias y lesiones cerebrales, cuya eficacia en el diagnóstico es del 99 % —contra el 20 % de los especialistas—. 

Sobre el proyecto IAI

“Les propongo pensar que tenemos un proyecto de país a mediano y largo plazo, y que vale la pena hacer el esfuerzo para crecer”, dijo de Florian en la presentación del proyecto Inteligencia Artificial Interdisciplinaria (IAI). “La idea es posicionar la UNSAM como un polo de investigación en inteligencia artificial basado en tres ejes: la investigación científica, la formación y el vínculo con el sector externo”.

En un repaso de encuentros previos con más de 50 investigadorxs dedicadxs al estudio de la inteligencia artificial desde la biología, la medicina, la física, la química, la astronomía, la sociología, el arte, la matemática, la informática, la ingeniería y la economía, de Florian señaló: “La inteligencia artificial actúa como elemento aglutinador que potencia el descubrimiento científico colaborativo y atraviesa todas las actividades científicas modernas”.

De Florian también habló de la fortaleza del uso de IA en el campo de la ciencia básica y del desafío de generar conocimiento de IA en matemática, informática y nuevas herramientas para la resolución de problemas de la vida cotidiana.

“Podremos evaluar el éxito de esta iniciativa en unos años, con la presencia o no en el Campus de pymes y startups digitales que interactúen con nuestros científicos generando conocimiento, desarrollando innovación y, eventualmente, incubando alguna pequeña compañía que luego pueda crecer afuera”, concluyó.