Tenía 92 años y un prestigio único. Polifacético, León Ferrari cruzaba tabúes y los combinaba. Los transformaba en arte.

Reconocido en todo el mundo, el artista plástico había sido elegido junto a otros por la Universidad para celebrar sus veinte años de vida con el proyecto “20 años, 20 esculturas”. La idea lo entusiasmó y así fue que “Percanta II”, una de sus esculturas, fue emplazada en el Campus Miguelete frente al Instituto de Investigación e Ingeniería Ambiental – 3iA.

En paralelo, su obra más famosa, “La Civilización Occidental y Cristiana” de 1965, que muestra a Cristo crucificado en un avión de guerra de la Fuerza Aérea de Estados Unidos, fue instalada al lado de la Biblioteca Central de la UNSAM.

Percanta II en la UNSAM – Foto: Nicolás Gaich

Antibelicista y generador de polémicas. Talentoso y exiliado durante la Dictadura de 1976. Padre de desaparecido. Pero por sobre todo una antena que sintonizaba la locura de la sociedad en un siglo XX en el que el progreso avanzaba dejando más injusticia que adelantos humanitarios.

La UNSAM se propuso generar el “parque de esculturas”, un espacio donde el arte conviviera con la academia y que a la vez la estética urbana pudiera mezclarse con lo abstracto. Y en esa vibración pensó en Ferrari, que en vida fue un promotor del pensamiento crítico siempre a favor de la justicia y la cultura en un nivel en el que no hubiera que explicar demasiado el arte. Hoy su obra habla por él.

Gracias León Ferrari por haber sido parte de la Comunidad UNSAM.

Accedé al post de Laura Malosetti Costa, directora de la Maestría en Historia del Arte Argentino y Latinoamericano de la UNSAM, sobre el gran artista en Revista Anfibia: http://ow.ly/nkzWC