Escuela de Ciencia y Tecnología
El volcán Puyehue está ubicado en la Cordillera de Los Andes, en la Provincia del Ranco, Región de Los Ríos, Chile, a 870 km de Santiago de Chile y a 40 km de la ciudad de Villa La Angostura, provincia de Neuquén, Argentina. El año pasado su erupción provocó trastornos en la zona y hace pocos días hubo una nueva alerta roja, la última fue el 28 de mayo, ante su inminente actividad. Más allá de los problemas logísticos, sociales y económicos que ocasiona, surge una pregunta inevitable: ¿cuál es el impacto de las cenizas del volcán sobre la salud?
El equipo de investigación dirigido por los doctores Deborah R. Tasat (Escuela de Ciencia y Tecnología, UNSAM) y Alejandro Berra (Facultad de Medicina, UBA) en el marco del proyecto “Efecto de las cenizas del Volcán Puyehue sobre las mucosas ocular y respiratoria. Estudio en humanos, in vivo e in vitro”, abordará con un enfoque multidisciplinario este tema de alto impacto regional. El mismo es financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (PICT-2012-0328).
El nueve por ciento de la población mundial -455 millones de personas- vive a menos de100 km de un volcán históricamente activo (según estudios de Small y Naumann) por lo tanto, la exposición a cenizas volcánicas podría afectar la salud de los residentes de la zona donde se encuentra el volcán y, por efecto de los vientos podría también afectar a los habitantes de áreas cercanas a estos (Blong).
Durante décadas las cenizas volcánicas fueron consideradas relativamente inertes y no peligrosas para la salud, sin embargo en la actualidad, la exposición de la piel, superficie ocular y de las vías respiratorias a las cenizas es considerada por la Organización Mundial de Salud como riesgosa para las poblaciones vulnerables.
El 4 de junio de 2011, a las 15 horas, el Complejo Volcánico Puyehue-Cordón Caulle entró en erupción provocando una nube de cenizas que alcanzó una altura de 10.000 metros y se extendió, debido a la dirección de los vientos, sobre varias ciudades argentinas. San Carlos de Bariloche y Villa La Angostura quedaron cubiertas por las cenizas.
Ese día, el Servicio Nacional de Geología y Minería (SERNAGEOMIN) – Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur (OVDAS) de Chile reportó una crisis sísmica con más de 230 sismos volcánicos por hora, acompañados de temblores espasmódicos de alta energía al sudeste. Estos sismos correspondieron a la rotura de roca y ascenso de material desde profundidades entre 1 y4 km. El ciclo eruptivo de este complejo volcánico continúa hasta el presente con variaciones diarias manteniendo una intensidad entre moderada y alta.
En nuestro país existen escasos antecedentes acerca de los efectos agudos y crónicos de la exposición de partículas volcánicas sobre la salud de las poblaciones provenientes de las erupciones del Complejo Volcánico Puyehue – Cordón Caulle de los años 1921 – 22, 1960, 1990 y 2011.
Respecto a la última erupción de volcán Puyehue, el trabajo Wilson et al 2012 publicado en mayo de 2012 por un equipo de investigación multidisciplinario que involucra a las universidades de Canterburry (Nueva Zelanda), Cambridge (Reino Unido), Comahue e INIBIOMA-CONICET (Argentina) informa que la respuesta de Salud Pública a la extensa caída de cenizas de la erupción del volcán Puyehue fue limitada respecto de impacto y repercusión sobre el medio ambiente y la vulnerabilidad de la salud de la población.
Este mismo informe advierte que es imprescindible desarrollar de forma urgente “un programa de evaluación de la contaminación del aire y monitoreo de los niveles de cenizas dentro de los hogares y en individuos de grupos de riesgo de la estepa, junto con un estudio epidemiológico y de supervisión de enfermedades respiratorias”. Por lo tanto, se espera que el proyecto puesto en marcha por los doctores Tasat y Berra aporte nuevas e interesantes conclusiones sobre el tema.