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Process Oriented Guided Inquiry Learning (POGIL) es un método de enseñanza orientado a mejorar el trabajo del alumno en el aula a partir de roles participativos. Profesores de la UNSAM recibieron la capacitación para implementarlo en las aulas.
El 18 de junio se realizó en el Campus Miguelete un taller sobre POGIL en el cual se abordaron sus principios fundamentales y su filosofía pedagógica. Organizado por el Departamento de Química de la Escuela de Ciencia y Tecnología y el Programa de Mejora de la Enseñanza del Rectorado de la Universidad Nacional de San Martín, estuvo a cargo del profesor Rick Moog, líder del proyecto POGIL en el Franklin and Marshall College de Estados Unidos, y contó con la participación de más de 20 docentes de ciencias (matemática, física, química, biología) de la UNSAM.
Dictada en inglés, la capacitación planteó una consigna para resolver en grupos y luego la puesta en común con la posterior discusión correspondiente. Rick Moog dejó claro desde la presentación inicial su deseo de que se llevasen “al menos una idea de cómo implementar un trabajo que mejore sus clases”.
Se trata de una metodología que propone que el profesor deje de estar en el frente y se ponga en el lugar de alumno para que cada uno haga su propia experiencia. “El profesor no le viene a contar al alumno lo que él sabe, sino que le deja en sus manos un trabajo con un modelo, una tabla y una serie de preguntas muy bien hechas de manera que los alumnos se ayudan entre ellos, trabajando en grupo y desenredando los temas. En vez de adoptar un rol pasivo y tomar nota, el estudiante adquiere un rol activo y comprende los temas”, explicó Rosario Soriano, docente de la UTN y de la UBA responsable de generar el vínculo con el representante de POGIL.
En consideración de una realidad que se vive dentro del ámbito de estudio, los docentes sostienen que no a todos los alumnos les alcanza el trabajo en el aula, por eso esta metodología coloca al alumno en el centro y respeta los mecanismos cerebrales que cada persona utiliza para entender. Además –según argumentó Soriano-, entre pares se explican mejor algunos conceptos, por eso es importante hacer luego la puesta en común con el docente.
En este sentido, se prevé que la aplicación de este sistema en la Universidad podría generar un cambio significativo. “Nosotros podemos adoptar el método con nuestra inventiva y nuestra creatividad, adecuándolo a nuestros alumnos”, dijo Soriano. Y agregó: “Esto no tiene que ser la salvación, pero puede tener mecanismos que nos ayuden a que no abandonen tantos alumnos y que tampoco recursen, sino que aprendan en una sola cursada. La idea es buscar entre todos maneras para mejorar el trabajo en el aula”.