#InvestigaciónUNSAM, Instituto de Nanosistemas
Gastón Corthey y Diego Pallarola, dos jóvenes que ingresaron a la carrera del CONICET con la propuesta de crear líneas de investigación en el Instituto de Nanosistemas de la UNSAM, fueron designados líderes de grupos asociados a la principal institución científico-tecnológica de Alemania.
Los investigadores adjuntos del CONICET en el Instituto de Nanosistemas (INS) de la UNSAM Diego Pallarola y Gastón Corthey fueron designados líderes de grupos asociados con institutos Max Planck en Alemania. El grupo liderado por Corthey se asoció al Instituto Max Planck para la Estructura y Dinámica de la Materia de Hamburgo para colaborar en temas vinculados con la dinámica estructural ultrarrápida. Pallarola, por su parte, está al frente del grupo de Investigación Médica de Heidelberg, que colabora en temas de nanoelectrónica para interfaces celulares.
“Para el Instituto de Nanosistemas es un gran logro que dos de sus investigadores obtengan reconocimientos de esta clase. Diego y Gastón se suman al selecto grupo de trece jóvenes investigadores de gran talento que fueron designados líderes de grupos asociados al Instituto Max Planck desde 2004 en la Argentina. Algunos de ellos, como Omar Azzaroni y Fernando Stefani, ya son reconocidos colegas con los que colaboramos”, destacó el decano del INS e investigador principal del CONICET, Galo Soler Illia.
Además de recibir 20 mil euros anuales en calidad de subsidios, cada líder y sus colaboradores obtienen acceso al equipamiento del Instituto Max Planck asociado. Al resepecto, Soler Illia cuenta que cuatro jóvenes que hoy están realizando su tesis doctorales en la UNSAM podrán avanzar con sus proyectos gracias a las colaboraciones con Max Planck. “Nuestros laboratorios de biosensores avanzados y de láseres tendrían que estar terminados antes de fin de año. Mientras tanto, Fernando Rodríguez Díaz está en Hamburgo y, en unos meses, Victoria Guglielmotti, Gastón Magi y Alejandra Ross Beraldi pasarán una temporada en Heidelberg”, cuenta Soler Illia. “Estas estadías son muy fructíferas, porque los doctorandos pueden acceder a nuevas técnicas y trabajar en laboratorios de excelencia adquiriendo nueva cultura científica.”
El principal requisito para establecer un grupo asociado a Max Planck es que la propuesta surja de un joven científico que se haya destacado durante su estadía de investigación o posdoctorado en un instituto Max Planck. En ese marco, y con la condición de insertarse en un laboratorio bien equipado y con elevada capacidad científica fuera de Alemania, el joven científico debe continuar con investigaciones correspondientes al área de interés del instituto Max Planck en el que se formó. Un director de los Institutos Max Planck eleva la propuesta, que luego es evaluada por un jurado internacional. Superado ese proceso, el joven científico se convierte en líder de un grupo Max Planck asociado por hasta 5 años.
Además del reciente ingreso a la carrera del CONICET con lugar de trabajo en el INS, Corthey y Pallarola se formaron en universidades públicas (la de la Plata y la de Buenos Aires, respectivamente) y realizaron posdoctorados en Institutos Max Planck de Alemania, ambos con desempeño destacado.
¿Qué significa esta designación?
Diego Pallarola: Implica tener un vínculo formal con una de las instituciones más prestigiosas del mundo. Este vínculo nos permitirá acceder a las mismas facilidades y equipamiento que tiene cualquier investigador dentro del Max Planck.
Gastón Corthey: En Alemania lo toman como un premio, pero para nuestro grupo es muy importante porque nos permite acceder a financiamiento externo para infraestructura y nos abre el marco para una colaboración formal que incluye estadías de investigación cruzadas, algo que enriquece el trabajo cotidiano.
¿Qué planes tienen para el futuro?
D.P.: En el mediano plazo esperamos que se inicie la construcción del edificio donde se instalará el laboratorio de biosensores. En el corto plazo trabajamos para conseguir más financiamiento y avanzar con nuestros proyectos de investigación mediante colaboraciones con el grupo liderado por el profesor Spatz en el Instituto Max Planck de Heidelberg y mediante otras plataformas de colaboración que involucran a diversos grupos de investigación, tanto en el ámbito local como internacional.
G.C.: Nuestra situación es muy similar: los dos estamos creando grupos de investigación nuevos. En mi caso, en una línea que no existe en el país dedicada a registrar los cambios estructurales en las moléculas durante las reacciones químicas en la escala en que ocurren. Es un gran desafío porque ocurren en una escala que es millones de veces más pequeña que el espesor de un cabello y en el orden de los cientos de femtosegundos, es decir, más de un billón de veces más breve que un segundo. Para eso, necesitamos equipamiento de vanguardia que no se vende comercialmente y que estamos construyendo en el laboratorio de Alemania con Fernando Rodríguez Díaz, alumno de doctorado de la UNSAM. En el mediano plazo el objetivo es trasladar e instalar este equipo de difracción de electrones ultrarrápida en el Campus Miguelete de la UNSAM.
¿Por qué apuestan a la creación de una línea de investigación y a hacer ciencia en la Argentina?
D.P.: Cuando tomé la decisión, la situación en el país era más favorable. Pero todavía hoy apuesto por hacer ciencia acá. Creo en la capacidad que tenemos los científicos argentinos para hacer ciencia de vanguardia. El desafío es enorme porque la comunidad científica en la Argentina no posee el protagonismo que debería tener dentro de la dinámica de la sociedad. En ese sentido, este tipo de iniciativas significa un impulso importante porque pone en evidencia el reconocimiento que tenemos los científicos argentinos en el mundo. Quizás genere contagio en el ámbito local.
G.C.: Cuando Soler Illia me propuso sumarme al Instituto le dije que sí en el acto. Me entusiasma mucho la idea de empezar un laboratorio desde cero. No es una tarea sencilla en ningún lado y en la Argentina se presentan algunas complicaciones adicionales. Pero superar desafíos tiene el rédito de que todo lo que hagamos aquí será más relevante que si lo hiciéramos en Alemania. Esta designación es un apoyo muy importante para comenzar con nuestro laboratorio en el Instituto.
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