Marta Novick, Subsecretaria de Programación Técnica y Estudios Laborales del Ministerio de Trabajo, brindó ayer en la UNSAM una charla sobre las políticas de trabajo de 2003 hasta el presente, que estuvo seguida por un debate con profesores del IDAES: Paula Abal Medina, Mariana Heredia y Lorena Poblete.
Fue doblemente presentada. Primero tomó la palabra el decano del Instituto de Altos Estudios de la UNSAM, Alejandro Grimson, quien destacó la visita de la socióloga del Ministerio de Trabajo e investigadora del Conicet al Campus Miguelete. Luego fue el turno de Ariel Wilkis, director de la carrera de Sociología de la UNSAM, quien le dio la bienvenida con más formalidad.
Marta Novick fue precisa en su discurso. Las filminas que se proyectaron a su espalda acompañaban sus declaraciones y lograban que la audiencia no tuviera inconvenientes para entenderla. “En el 2003 empezó un nuevo modelo que se encargó de llevar adelante una reindustrialización inclusiva, una apertura regulada del mercado y una recuperación de las instituciones vinculadas con la regularización del trabajo, que incluye negociación colectiva, salario mínimo e inspección del trabajo”, dijo.
Tras esta introducción detalló la situación de mercado laboral en la actualidad: “Hoy se registran tasas de crecimiento muy altas, alguna reindustrialización, ganancias de productividad, caída abrupta del desempleo, recuperación de principios de solidaridad y derechos de acceso. Fuimos pasando de políticas de asistencia o protección social a políticas de universalización de derechos”.
Novick hizo hincapié en esta noción de universalización e indicó que lo que marca un punto de inflexión en materia política y social –“y lo hace para siempre”- es la implementación de la Asignación Universal por Hijo. “Es extender el derecho de los trabajadores registrados a los trabajadores informales”. Agregó los cambios en las políticas sociales para los de la tercera edad y tildó ambas políticas como las más importantes en materia de protección social: “Los mayores de 60 años pasaron de tener una cobertura del 63% en el 97 al 85% en 2010; y la de los menores pasó del 37% al 83%”.
Luego se refirió a otros avances: “En 2003 el Ministerio de Trabajo tenía 20 inspectores, hoy tiene 400 y se hacen inspecciones en todo el país. Además se registraron aumentos en el salario mínimo y en los salarios de menores niveles en los convenios. Hoy el número de trabajadores comprendidos en negociaciones colectivas aumentó. Asimismo el 60% de los eventos que permiten a la familia salir de la pobreza están vinculados con trabajo o con protección social”.
Novick también hizo mención a un tema que hace años preocupa a la sociedad argentina: el trabajo informal. “De 1974 al 2000 hubo distintos modelos económicos y sistemas políticos pero en todos se vio crecimiento del empleo no registrado. Sin embargo en los últimos años hubo una caída muy fuerte. Estamos ante la presencia de un régimen de trabajo diferente. En los 90 del total de puestos de trabajo que se creaban un 90% era precario; hoy el porcentaje se invirtió”, dijo.
Para finalizar habló sobre los desafíos que el país tiene por delante en materia de políticas económicas y sociales. Entre ellos destacó la necesidad de profundizar un patrón de crecimiento más virtuoso, lograr una estrategia anticrisis que sostenga la política de desendeudamiento de la Argentina, continuar con la lucha por la erradicación del empleo informal, ocuparse de la situación de los jóvenes (donde se registra el mayor desempleo), terminar con las jornadas extensas de trabajo y mejorar la calidad educativa.
“Como me dijeron una vez a mí; ahora hay que focalizar para universalizar. No se puede avanzar en ningún modelo de desarrollo si los objetivos sociales no están colocados en el centro de la política económica”, concluyó.