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El jueves 18 de abril a las 18, el sociólogo Alberto Calabrese inaugura una nueva edición de la Cátedra para la Adecuada Atención de Personas con Consumo Problemático de Sustancias Psicoactivas y de la Diplomatura “El desafío de las adicciones: destitución de un discurso y construcción de sentido”. Ambas tienen modalidad virtual y están abiertas a todo público.
El jueves 18 a las 18, el sociólogo especialista en adicciones, coorganizador del Congreso de la Asociación Argentina de Salud Mental sobre Consumos Problemáticos/Adicciones y presidente honorario de la Sociedad Argentina para el Estudio de las Adicciones Alberto Calabrese ofrecerá la conferencia inaugural “Las claves de las adicciones prohibidas”, con la que dará inicio a la Cátedra Libre para la Adecuada Atención de Personas con Consumo Problemático de Sustancias Psicoactivas (martes, 18 h) y a la Diplomatura “El desafío de las adicciones: destitución de un discurso y construcción de sentido” (jueves, 18 h).
En esta entrevista, Calabrese adelanta los contenidos de ambas propuestas.
¿De qué hablamos cuando hablamos de consumos problemáticos?
Los consumos problemáticos de sustancias psicoactivas prohibidas no son el consumo de lo imposible, difícil o complicado, pero sí nos muestran a partir de la prohibición que es algo que el conjunto de la sociedad decidió poner en un estante que dice “prohibido”. Desde ese concepto se generan una serie de negocios y, a la vez, un control social y consumos que se realizan de cualquier forma —al principio, como trasgresión, después como forma de identificación y, en muchos casos, con riesgos de la salud severos—. En este sentido, partimos de establecer una comparación, diferencias y coincidencias con otros tipos de consumos que también son problemáticos, pero que no tienen que ver con lo prohibido, como el tabaco y el alcohol.
¿Cuáles son las principales líneas de análisis que se abordan?
Las formas de ocurrencia de las adicciones suelen diferir porque, como en todo mercado en el que hay mercancías que están a la venta y tienen un valor de uso y cambio, las sustancias se establecen como cuasimoneda: con ellas se pagan otro tipo de cosas como autos robados o armas, se transa con su valor y se conforma un mercado clandestino que suscita enfrentamientos entre grupos que intentan sobresalir unos sobre otros, algunos del crimen organizado y otros de la política organizada. La incidencia del narcotráfico tiene que ver con alianzas político-financieras que se hacen a través de los sistemas bancarios y del lavado de dinero.
Otra cuestión es ver en qué ámbitos la venta y el consumo de sustancias establecen más secuelas para la salud y propician el conflicto social. No es lo mismo en barrios acomodados, donde el consumo se ve como algo más “legal” —algunos políticos incluso se encargaron de hacer oficial este pensamiento diciendo que el consumo de un porro en Palermo es una cosa y en una villa es otra—. Lo que está claro es que las condiciones de la villa llevan a un vínculo con el delito casero que permite la supervivencia y establecer una economía de subsistencia, en paralelo, que se hace con la venta y por la cual se disputan territorios, pertenencia a los grupos, etc. Esto, a veces, provoca alguna disputa superficial con los poderes de turno y con los poderes internacionales, que hacen mucho ruido con esto mientras, hasta ahora, el narcotráfico funcionó como un vector para el incremento de las condiciones de la economía subterránea y de la economía formal.
¿Cuál es la mirada en términos de prevención?
En la cursada abordamos prevenciones posibles: hacer incursiones e intervenciones en distintos ámbitos para ayudar a entender mejor a cada comunidad y establecer vínculos y capacidades para ser preventivos, pero con un sentido muy amplio, en el que también se incluyen las sustancias psicoactivas prohibidas.
Otra cuestión que importa señalar es cómo desde distintos ámbitos podemos hacer intervenciones diferentes: desde lo concreto —lo preventivo asistencial— tenemos maneras de intervención distintas, algunas con mejor fortuna que otras, pero todas encasillan el hecho de consumir o no consumir como una forma de ser o no saludable. Si una persona se daña con su consumo excesivo de alcohol, su consumo problemático va a tardar mucho más tiempo en evidenciarse frente a la sociedad, cosa que no es nada difícil de ver si se trata de drogas prohibidas. Aunque cada vez más las barreras entre una y otra situación se hacen más endebles, menos visibles.
También vamos a explicar las maneras de manejarse con las sustancias reconociendo que hay personas que no pueden dejarlas u optar por otra conducta, entonces habrá que darles un espacio de recepción sin que sean estigmatizadas por su consumo, pero problematizando la situación para llevarlas a otra salida.
¿Qué aspectos de la historia de las drogas se estudian?
Cuándo y cómo se convirtieron en peligrosas y cómo acompañaron a la humanidad durante toda su existencia son los puntos de partida. Hemos aprendido, en las lecciones anteriores, que las drogas son fármacos y los fármacos dependen de sus dosis para ser inocuos, útiles, inútiles o peligrosos. Eso dependerá de la persona, la cantidad, los factores del ambiente, entre otros. Y, como todo tiene que ver con todo, nos daremos cuenta de que si no desarmamos esta cuestión como un gran mito y una imposición que sugiere el peligro y nada más no lo podremos descomponer en sus factores de verdadero riesgo —factores que están muy bien identificados y otros muy mal divulgados—, y no podremos entender el verdadero problema de fondo.
¿Y en cuanto a la legislación?
En este sentido, también vamos a aprender cómo se mueven las leyes, es decir las condiciones que ponemos los humanos para su uso o para su estigmatización y castigo para quienes lo hacen. Esto es muy importante porque es una muestra de lo que siente el mundo alrededor de una norma universal que ha sido impuesta y que tiene menos de un siglo.
¿Por qué es importante abordar estos contenidos?
En la Cátedra vamos a tratar aspectos relacionados con las propias sustancias —las formas en que aparecen, cuáles se consumen y por qué, cuáles se venden más— para pensar también qué implica esto desde la sociedad formal, cómo se entiende el problema y cómo se lo trata a través del tiempo. La idea es llegar a la esencia de las cosas, tanto en el nivel de los comportamientos barriales, como estudiantiles o familiares, para decodificar qué cuestiones están presionando. Así podremos, a la vez, abordar los problemas de fondo que, de otra manera, no se tratarían: es una paradoja que es importante encontrar.
Sumarse a esta cátedra implica tomar un compromiso para entender mejor las cosas, bajarlas del pedestal de la cosa prohibida, irascible y terrible que solamente castiga y poder manejarlo desde otro lugar y empoderarnos en cuanto a la capacidad que tienen las personas y la comunidad para afrontarlo y manejarlo desde otra óptica.
Acerca de la Cátedra
Lanzada en 2012 por la Secretaría de Gobierno y Relaciones Institucionales de la UNSAM y habiendo superado sus diez años de continuidad, la Cátedra abre una nueva cohorte a cargo del Instituto de Ciencias de la Rehabilitación y el Movimiento (ICRM) basada en el modelo ético-social aprobado en la Argentina por la UNESCO y elaborado por el mismo Alberto Calabrese, entre otros. Cursada gratuita y virtual, los martes de 18 a 20.Acerca de la Diplomatura
Propone profundizar los contenidos programáticos de la cátedra. Además, un sábado al mes se debaten en un foro los conceptos teóricos y experiencias prácticas que se desarrollaron en el curso. Según explica la coordinadora, Susana González, resulta “imprescindible la participación activa argumentada y fundamentada de los alumnos, ya que se pone el acento en la tarea grupal considerando al sujeto que propone y discute con otros compañeros y docentes”. Cursada virtual y arancelada, los jueves de 18 a 20.Informes e inscripción para ambas cursadas: catedraadicciones@unsam.edu.ar