Santiago Maria Nava Guppy tenía su destino definido: la Universidad de Hradec Králové en Chequia. Se postuló a principios de 2021 y a fines del mismo año, pero no quedo seleccionado. Tomando la experiencia como aprendizaje, en 2022 volvió a postularse y logró su objetivo.
El estudiante de Filosofía de la Escuela de Humanidades de la UNSAM quería especializarse en Hannah Arendt, pensadora política alemana sobre la cual pensaba escribir su tesina de grado. Cuando lo llamaron para avisarle que su postulación había sido aprobada y que había ganado la beca no lo podía creer. Se iba a ir a estudiar Filosofía a Europa.
Era primero de febrero, el frio calaba los huesos, los charcos de agua en la vereda están completamente congelados, las temperaturas bajo cero eran el escenario cotidiano, Santiago llegaba a la ciudad de Praga. Un imaginario social que suele estar presente es que los checos “son algo secos y no te ayudan en nada”, cuenta Santiago. No obstante, fue acompañado e incluido en todo momento. Incluso, ese primero de febrero, estudiantes de la universidad lo buscaron en tren a Praga para guiarlo hasta los dormitorios. Inmediatamente llegó, ese prejuicio se cayó.
El día a día, cada clase y cada charla fueron siempre enriquecedoras. Santiago se encontró muy a gusto con el vínculo con los profesores, incluso lo encontró muy parecido al que tiene en la UNSAM. Lxs educadores lo trataban como par y siempre se mostraron atentos sobre cómo estaban.
Lo que más difícil le resultó fue acostumbrarse a estar el día hablando en otro idioma. Las primeras semanas cuenta que llegaba a su dormitorio exhausto. Pero el proceso de internacionalización no descansa. Gracias a eso podía relajarse hablando en español al llegar al dormitorio que compartía con dos colombianos.
Una experiencia para destacar fue la visita en dos oportunidades a dos escuelas secundarias distintas. Santiago fue invitado por la universidad para contarle a los estudiantes sobre Argentina. El “Messi, Messi, Messi” y el “campeón del mundo” fueron tarjetas de identificación directa frente a lxs chicxs. De todos modos, cuenta que mostraron un gran y sorprendente interés por conocer más de nuestro país y nuestra cultura. Santiago también aprendió de ellxs, por ejemplo todxs se sacan sus zapatillas y se colocan sandalias para caminar por la escuela.
Una de las ventajas de ir a República Checa es que al estar en medio de Europa pudo conocer y pasar el fin de semana a ciudades como Cracovia, Breslavia o Dresden. A su vez, cuando el clima se puso más cálido, varios fines de semana, se iba con otrxs estudiantes a hacer algún trekking al norte en la frontera con Alemania o Polonia.
Se vuelve a Argentina muy contento de haber realizado esta experiencia en un país tan diferente al nuestro. Lleno de aprendizajes, de experiencias que lo hicieron crecer y desarrollarse tanto académicamente como personalmente. Ahora esta ansioso de volver para volver a comer nuestra comida y poder llevar a la práctica todo lo aprendido en República Checa.