“Este reconocimiento es, sin duda, un gran honor. Agradezco a los académicos por poder compartir con ellos las actividades que llevan adelante, siempre con el objetivo de jerarquizar la profesión y enfatizar los aportes que la ingeniería ofrece a toda la sociedad”, celebró Teresa Pérez, dueña de una vasta trayectoria como docente e investigadora en la UNSAM y en diversas instituciones y entidades de los sectores público y privado, además de importantes distinciones como el Premio Konex de Platino en Ciencia y Tecnología 2013 y su nombramiento en 2015 como miembro titular de la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales.

La Academia Nacional de Ingeniería es una institución que difunde la investigación técnica y científica en el campo de la ingeniería con el propósito de promover el desarrollo y progreso del país. Pérez ya se incorporó a dos de sus comisiones: la Comisión de Enseñanza —en la que desarrolló, junto con otros dos académicos, el artículo “Educación del ingeniero del siglo XXI”, que será parte del libro del Comité Interacadémico, integrado por gran parte de las academias del país— y la Comisión de Energía, que tiene participación en el Consejo Internacional de Academias de Ingeniería y Ciencias Tecnológicas (CAETS). Una de los desafíos centrales del CAETS está orientado a la reducción de emisiones de CO₂, una de las urgencias ambientales más importantes.

“Poder participar en actividades que abordan temas tan fundamentales es muy movilizador”, dijo Pérez, que ya venía desarrollando e investigando formas de energía no contaminantes. “Estoy trabajando con empresas interesadas en analizar la posibilidad de transportar hidrógeno por cañerías; en particular, enfocada en la problemática del efecto fragilizador que tiene el hidrógeno para los aceros. Es decir, tengo la oportunidad de volcar a este objetivo el conocimiento adquirido sobre el tema de hidrógeno en actividades de investigación y desarrollo previas”.

¡Felicitaciones, Teresa!

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