Dirección de Género y Diversidad Sexual
En el Día Mundial de la Salud desde la Dirección de Género y Diversidad Sexual adherimos a la demanda por la aprobación urgente del proyecto de Ley de respuesta integral e interseccional al VIH, Hepatitis Virales, otras Infecciones de Transmisión Sexual y Tuberculosis. Conversamos con Sebastián López Márquez, responsable de VIHsibles Argentina.
Más de 200 organizaciones de todo el país reunidas en el Frente Nacional por la Salud de las personas con VIH buscan la aprobación del proyecto de Ley de respuesta integral e interseccional al VIH, Hepatitis Virales, otras Infecciones de Transmisión Sexual y Tuberculosis. La iniciativa pretende actualizar la Ley Nacional de Sida de 1990 (Ley N° 23798) que, si bien en su momento sentó precedente a nivel regional y volvió pionera a la Argentina en dar respuesta al VIH; hoy plantea un nuevo enfoque de carácter interseccional e integral distanciándose de un paradigma biomédico hegemónico. Es importante, a su vez, reconocer que no llegó a tratarse nunca en el recinto y perdió estado parlamentario en tres oportunidades, volviéndose a presentar a fines de marzo de este año.
-“La nueva normativa es superadora teniendo en cuenta que la ley vigente tiene más de 30 años y una mirada sanitarista. Atiende el acceso al tratamiento garantizado y algunas cuestiones básicas: la parte médica y la promoción de la prevención (con campañas y concientizaciones). Sin embargo, el proyecto que presentamos tiene un enfoque de derechos humanos. Entre los puntos importantes busca garantizar una pensión específica no contributiva para quienes vivimos con VIH, saliendo de esta actual imagen de pensión por discapacidad. Además propone una jubilación para quienes tengan más de 10 años en tratamiento antirretroviral y 20 años de aportes. Hay énfasis en la cuestión de que el sector privado, a la hora de contratarnos en un trabajo registrado, no pueda hacernos un test sin nuestro consentimiento. Es claramente lo que se necesita. Es muy necesario un nuevo enfoque”- asegura Sebastián López Márquez, responsable de VIHsibles, el espacio de la organización Patria Igualitaria del Municipio de San Martín.
Para López Márquez, la aprobación sería un gran paso para erradicar la discriminación y el estigma asociados a tener el virus. Se le suman otros objetivos importantes como la mayor cobertura por parte del Estado y las obras sociales; la formación para trabajadores de la salud; el fortalecimiento de las políticas públicas de salud en torno al VIH, las hepatitis virales, la tuberculosis y las ITS; y el desarrollo de producción de medicamentos y tecnologías. Con la ley, además, se crearía la Comisión Nacional de VIH, hepatitis virales e ITS, un fondo de fortalecimiento y un observatorio sobre el estigma y la discriminación con régimen de infracciones y sanciones.
Por otra parte, estudiando la fundamentación del proyecto, allí se indica que los trabajos para reformar la Ley 23.798/1990 se dieron en el contexto de las nuevas metas fijadas por la ONU en referencia al VIH, conocidas como 90/90/90. Estas cifras hacen referencia a que el 90% de la población conozca su diagnóstico en una etapa temprana de la infección; que el 90% de quienes requieren tratamiento según las normas nacionales puedan recibirlo y que el 90% de las personas atendidas tengan una carga viral indetectable.
La organización formó parte de la presentación del proyecto en el Congreso. Desde el espacio se trabaja en el territorio y en red en pos de la prevención, el acompañamiento y la contención.
“Durante la pandemia detectamos ciertas situaciones y nos organizamos como un área específica. Había dificultad de acceso a los controles, a los testeos y a la medicación. Se terminó el primer año con 400 testeos realizados y formamos a más de 100 promotoras comunitarias de salud en el Municipio Tres de Febrero. Hay muy pocos espacios de respuesta al VIH en el conurbano bonaerense, ese es nuestro compromiso”, explica López Márquez.
Y menciona los desafíos: “Queremos seguir articulando con el Estado y desarrollar propuestas de políticas públicas, expandirnos en territorios vecinos. Hay cuestiones con las que debería ir actualizándose la ley y claramente se necesita una articulación con la ESI. Que desde allí se hable de salud sexual no reproductiva desde una perspectiva de diversidad y disidencia. Nuestras adolescencias ya deberían tener esa información. Es necesario que eso se sostenga en el tiempo para que las nuevas generaciones ya vayan naturalizando los cuidados y sepan cuáles son sus derechos a la hora de tener una vida sexual más plena”.
Según relevamientos del Ministerio de Salud de la Nación, en Argentina 140 mil personas viven con VIH, de las cuales el 17 % no conoce su diagnóstico y el 29,9 % se detectaron en un estadío avanzado de la infección. Actualmente son 65 mil las que reciben su medicación por parte del Estado nacional.
Desde las organizaciones y los organismos estatales se busca instalar la campaña Indetectable = Intransmisible la cuale refiere a quienes bajo tratamiento antirretroviral y con carga viral indetectable por al menos seis meses no transmiten el VIH por vía sexual. La circulación de esta información se erige como una herramienta de lucha contra el estigma y la promoción de saberes que mejoren la calidad de vida y la salud.
Las temáticas referentes a la salud integral de las personas no son ajenas a la política universitaria dado que no sólo las investigaciones y el conocimiento que se puedan producir a nivel universitario pueden tener implicaciones directas en el ámbito de la salud. Reconocer las problemáticas y demandas de actores sociales es parte del compromiso ético y político que la Universidad debe asumir, de cara a procesos sociales que buscan transformar los enfoques y perspectivas a partir de los cuales se han entendido dichas problemáticas históricamente.
Apelamos a escuchar la voz en primera persona, en este caso de Sebastián, para poder problematizar nuestra responsabilidad institucional en el marco de una sociedad que estigmatiza y deslegitima aquello que no vive en carne propia. Escuchar nos obliga a aprender y a partir de allí asumirnos como parte activa de un proceso de transformación que nos convoca en su totalidad.
Si tenés dudas o consultas podés escribir a consejeria@unsam.edu.ar
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