Al cumplirse seis años de la Encíclica Laudato Si’ del Papa Francisco, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), el Consejo de Rectores de Universidades Privadas (CRUP) y la Conferencia Episcopal Argentina (CEA) organizan el “Congreso Interuniversitario Laudato Si’– El Cuidado de la Casa Común”. Se trata de un evento virtual que se realizó del 1 al 4 de septiembre de 2021 y contó con la presencia de destacados expositores internacionales.

En el comienzo de las exposiciones de la charla Economía en Laudato Si, el rector de la UNSAM Carlos Greco que ofició como moderador dijo que el texto del Papa Francisco “no es una encíclica verde sino que incluye la dimensión social y económica”. “En este texto está presente el grado de posibilidad para sensibilizar a la humanidad sobre el cuidado urgente de la ‘casa común’ que requiere cierto estímulo a comprometernos con esa consigna”, señaló.

Stefano Zamagni, presidente de la Pontificia Academia de las Ciencias Sociales (Italia) identifica dos tesis fundamentales desplegadas por el Papa Francisco en la encíclica Lautato Si. Según el especialista, el Papa postula que “no se pueden separar las cuestiones sociales de las cuestiones ecológicas” y advierte que la idea de sostenibilidad no puede limitarse a la sostenibilidad ecológica sino que “debe ocuparse de la sostenibilidad económica para avanzar en un modelo de economía circular y en la sostenibilidad antropológica que debe poner en el centro a la condición humana”.

“En esta encíclica el papa Francisco no se limita a denunciar las consecuencias del impacto ambiental y el cambio climático, más si propone identificar las causas y cuestionar las innovaciones que lo producen”, explica Zamagni.

Rodolfo Pastore, director del Departamento de Economía y Administración de la Universidad Nacional de Quilmes reflexionó sobre los cinco ejes del texto Fratelli tutti, la tercera encíclica que el Papa Francisco publicó en 2020: sistema económico insostenible, crisis socioambiental integral asociada a la cultura del descarte, vinculación entre economía política y poder, necesidad de un cambio profundo en el modelo y paradigma dominante de desarrollo que otorgue un rol central a la cultura del cuidado y la solidaridad y la importancia de los movimientos sociales y ecológicos que dan un lugar central al trabajo y a la economía popular.

“La solidaridad es entendida como modo de hacer historia y esto es lo que para Francisco hacen los movimientos populares. El Papa señala que en cualquier planteo que haga una economía integral que no excluya al ser humano es indispensable incorporar el valor del trabajo. El trabajo tiene un lugar en este planteo, ya que como afirma Francisco lo verdaderamente popular es el trabajo como camino de desarrollo humano, de realización personal y de la vida digna”, dijo Pastore. 

Por su parte, Carlos Hoevel, docente e investigador de la Universidad Católica Argentina y miembro de la Academia Nacional de Educación, reflexionó sobre la crítica que hace Francisco hacia el paradigma tecnocrático. “Hoy nos encontramos en un momento inédito en que la acción humana es capaz de introducirse en el mismo núcleo de la naturaleza, modificando su núcleo mismo y pretendiendo reemplazarla por una estructura artificial desligada de todo sentido natural. La acción humana ya no es concebida como una actividad que se inserta en la naturaleza, sino que se la concibe como un poder totalmente transformado que hoy busca reemplazarla”, opinó.

Para finalizar, Hoevel se refirió a la cuestión económica presente en la última encíclica: “El valor de este documento no está tanto en sus apreciaciones político-económicas para encarar la cuestión ambiental, sino en su fuerte denuncia a una realidad mucho más amplia que el sistema económico, que es el problema de la racionalidad instrumental exaltada por el paradigma tecnocrático que puede darse desde el Mercado y desde el Estado”.