Escuela de Economía y Negocios, Sin categoría
Daniel Schteingart, Laura Lacaze y Andrea Lambruschini analizaron políticas para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el marco del Consejo para el Cambio Estructural, organizada por la Escuela de Economía y Negocios de la UNSAM junto al Ministerio de Desarrollo Productivo.
El encuentro, moderadro por Cristian Folgar, investigador del Centro de Investigación en Economía y Planeamiento Energético (CIEPE) de la EEyN-UNSAM, comenzó con la presentación del Plan de Desarrollo Productivo Verde, por Daniel Schteingart, doctor en Sociología por IDAES-UNSAM y director del Centro de Estudios para la Producción (CEP-XXI) en el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación. “Argentina tiene mucho potencial en energía renovable, capacidades para fabricar equipamiento para producciones verdes y potencial en minería de litio y cobre, entre otros”, señaló Schteingart. Analizó la triple sostenibilidad del plan, basado en la macroeconomía, el ámbito social y el ambiental. Expuso los cuatro ejes que el plan propone para avanzar hacia un desarrollo sustentable: industria nacional para la economía verde, transición hacia una economía circular, producción sostenible para más competitividad e industrialización sostenible de los recursos naturales. “Este plan es el telón de fondo en el que se inscribe el trabajo que va a presentar Laura a continuación”, concluyó.
Laura Lacaze, economista (UBA), magister en Relaciones Internacionales (Universidad Federal de Santa Catarina, Brasil) y especialista en industria de la construcción, reflexionó sobre la adopción de tecnologías orientadas a la mejora de la eficiencia energética residencial. “En 2020, Argentina asumió una meta absoluta de no exceder la emisión neta de 359 millones de toneladas de CO2 en 2023. Esto nos hace plantearnos cuáles son las implicancias para lograr la meta: generar una matriz de crecimiento económico manteniendo los mismos niveles de emisión. Hay que pensar la estrategia para mantener ese crecimiento, analizando cuáles son los sectores más importantes y las estrategias a seguir”, aseguró Lacaze. Para eso, desarrolló posibles escenarios futuros tomando como ejemplo experiencias internacionales, evaluando la eficacia y eficiencia potencial de cada medida. Propuso lineamientos de políticas apoyadas en la innovación, que fomenten la generación de nuevos insumos para alterar de manera significativa la ecuación de inversión y ahorro energético.
Por último, la arquitecta Andrea Lambruschini, gerente del Centro de Formación y Asesoramiento Técnico en la empresa PEISA y especialista en aire acondicionado, calefacción y energías renovables, describió las alternativas en climatización. “La matriz energética nacional está basada en el gas natural. El 90% del uso residencial está dividido entre calefacción y agua caliente sanitaria”, señaló. También analizó la eficiencia de equipos como las calderas murales y los calefones, que incorporan energías renovables como la solar.
Ante una consulta por la posibilidad de combinar el calefón solar con sistemas de calefacción como la losa radiante, Lambruschini fue cauta y consideró que “es una inversión alta”, y recomendó utilizar la energía renovable. Acerca del potencial de exportación de hidrógeno, Daniel Schteingart concluyó que depende de seis factores: “Creación de puestos de trabajo, desarrollo territorial, reducción de la brecha de género, ahorro de divisas, innovación y desarrollo tecnológico, y crecimiento de la mirada ambiental”.
Se puede ver el encuentro en nuestro canal de Youtube.
Consejo para el cambio estructural, EEyN, Ministerio de Desarrollo Productivo, UNSAM