Dirección de Género y Diversidad Sexual

#8m: La voz de Daniela Castillo

Es investigadora del CONICET en el IIB. El año pasado durante la pandemia desarrolló junto a una becaria posdoctoral un kit de diagnóstico rápido para el HPV, que es la causa principal de cáncer de cuello uterino. Este test está compuesto por una tira reactiva el cual podrá comercializarse como un producto médico, y podría complementarse con la prueba de Papanicolau (PAP). Este proyecto ganó el primer lugar en el concurso IB50K del Instituto Balseiro. 

“Reorganizar y balancear la vida personal con la laboral fue un desafío, pero creo que las mujeres podemos con todo. Para mi fue muy estresante; yo tengo una nena que acaba de cumplir tres años y eso supuso tener dividir mi tiempo entre ser mamá, ama de casa y cumplir con mi trabajo. Dentro de lo que es la vida del hogar, traté de encontrar un espacio y un tiempo para poder dedicarme a lo mío porque sino creo que no podría haber llevado adelante todo lo que fue la cuarentena. Creo que aún hoy en día sigue siendo así dado que a pesar de que volvieron las clases presenciales las madres tienen que seguir organizándose, si bien en esas horas uno obtiene un momento para sí y para lo suyo quizás es más el tiempo que dedicas a llevarlos y traerlos y prepararlos que el que podes dedicar para tus cosas.”

“En todos los rubros, no sólo en el área científica, las mujeres tienen que relegar muchísimo para balancear la maternidad, la familia y lo laboral.  El aislamiento en nuestro área de laburo frenó mucho de nuestro trabajo al no poder ir al laboratorio y tener que circunscribirse a lo que fuera posible hacer en nuestras casas. El trabajo de un investigador no es como en una empresa privada que se cumple un horario fijo sino que muchas veces tenemos que ir los fines de semana o tener turnos extraños, en ese sentido ahí las mujeres afrontan una gran dificultad ya que tienen que equilibrar su tarea científica con la familia, o el hogar”.

“Lo que sí me pasó es que avocarme tanto a las tareas del hogar y a cuidar a mi hija y tratar de hacer también cosas para mi terminó siendo muy agotador y lo sentí más que nada en los últimos meses de embarazo. La limpieza, la cocina y todo se me hizo bastante pesado. Durante la cuarentena atravesé mi embarazo bastante bien. Yo elegí cuidarme mucho, me mantuve bastante aislada dentro lo que es incluso la familia. Durante los controles del embarazo, a causa de la pandemia, tuve que hacer todo sola porque no te permitían que te acompañara tu pareja. Eso fue complicado porque son cosas que uno quiere compartir con la otra persona y si bien durante el parto sí podían estar presentes, no podía recibir visitas de otros familiares o de amigos”.

 

Nota actualizada el 29 de marzo de 2021

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