Foto: Josefina Benedit (Salud IDAES)

El equipo de investigación liderado por Andrea Mastrangelo inició sus actividades en abril de 2020 con financiamiento de la Agencia I+D+i. El proyecto, titulado “NBI COVID-19” aplica técnicas cuantitativas y cualitativas de investigación social en un universo específico: la población que no pudo cumplir desde el inicio con las medidas de higiene respiratoria y de manos. Dentro de ese segmento, la investigación caracteriza la incidencia del conjunto de padecimientos considerados oportunistas del encierro. En paralelo, selecciona una muestra intencional de 38 barrios, en los que realiza trabajo de campo etnográfico para caracterizar la experiencia de la cuarentena y la infección por COVID-19 desde la perspectiva de los actores locales.

Los primeros resultados del estudio se publicaron en septiembre en el sitio Salud IDAES. Esta primera etapa abarca el denominado Informe 60 Días, que incluye un análisis epidemiológico cuantitativo de la interacción del COVID-19 con padecimientos de notificación obligatoria considerados oportunistas del encierro (infecciones respiratorias agudas, tuberculosis, dengue y sarampión). Este análisis abarca desde mediados de marzo —inicio del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) en la Argentina— hasta mediados de junio de 2020. El informe también presenta un detalle de los barrios NBI en los que se está realizando un monitoreo con trabajo de campo etnográfico de las medidas de contención del COVID-19 mientras se aplican.

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