#EcosDeLaPandemia, Escuela de Arte y Patrimonio
Manuel Fernández, docente de la Licenciatura en Fotografía del Instituto de Artes Mauricio Kagel de la UNSAM, reversionó “Asado en Mendiolaza”, la versión criolla de “La última cena” montada por Marcos López en 2001. Casi veinte años después, el Cristo panzón respeta la cuarentena y comparte un sodeado por teleconferencia.
“Alguien bajó de internet la foto del Asado y no solo le borró los doce apóstoles, sino que los invitó a su propio almuerzo por teleconferencia. Al gesto se le llama ‘apropiación’. En este caso, una reinterpretación de la reinterpretación. Para los que nos dedicamos al oficio del arte, esta obra ya no me pertenece”.
Así brindó Marcos López con la idea de Manuel A. Fernández, docente de la Licenciatura en Fotografía del Instituto de Artes Mauricio Kagel (IAMK), que hace unos días hizo circular por las redes una ingeniosa versión de su Asado en Mendiolaza. El meme de Fernández resucitó el subrrealismo criollo que el artista santafesino había inaugurado en 2001, pero además funcionó como conjuro visual en tiempos de pandemia.
“Me pareció que Asado en Mendiolaza era la indicada por ser una obra icónica de la fotografía argentina, que además cita a otra obra e incluye una reunión de gente con el asado como ritual central”, dice Fernández. “Soy artista visual y trabajo con apropiaciones e intervenciones. También hago impresiones fotográficas y retoques digitales. Cruzando esos trabajos, pensando en lo que estamos viviendo y viendo muchos memes, me dieron ganas de hacer uno”, cuenta.
Para este especialista en posproducción de imágenes, la lectura de López acerca de su meme estuvo bien. “Me parecieron interesantes los comentarios que hizo en relación a la autoría, la resignificación de su obra y la circulación de imágenes en el contexto actual”, dice, y aclara que el chiste es lo primero. “Detrás del chiste pueden aparecer otras capas de lectura que me interesan: el collage, el remix, el zapping, la apropiación, la intervención y la idea del artista como DJ o conector de imágenes e intereses”.
En ese sentido, la cuarentena no le molesta a Fernández. “El encierro me incomoda poco, no me puedo quejar. Entre otras cosas, sigo en contacto con los estudiantes de la Licenciatura. Empezamos a ‘vernos’ por Zoom hace unas semanas y estamos viendo cómo mejorar las reuniones a distancia”, cuenta, aunque reconoce que enseñar así es un desafío. “No es la mejor manera, pero entiendo que lo importante es no replicar lo presencial en las reuniones virtuales. Hay que buscar la dinámica que mejor se adapte a la distancia. En eso estamos”.
#YaSomosOtros
Por Marcos López
El Cristo se hiperhumaniza. Está más solo. Sus incondicionales apoyos simétricos laterales se volatilizaron. No tiene estructura, ni emocional, ni física. Me lo conozco de memoria. Yo inventé el personaje. Ahora es otro: se ve desahuciado, desprotegido, más triste, mas desorientado, aceptando su precariedad, reencarnado en cuerpo y alma en una caricatura teatral de sí mismo.
“Hoy” —remarcado con mayúsculas y con comillas— tiene otro significado. Nos da la prueba concreta de que el aquí y el ahora, el tiempo, el momento, el contexto, la intuición de comunicar una imagen en el momento justo, le cambian el significado. Hace que el gesto autoral tenga sentido y trascienda el chiste fácil de internet.
Repito: hoy, después de ver los cadáveres en las calles de Guayaquil, las carpas sanitarias del Central Park, los cacerolazos de Barrio Norte, esta imagen mueve otras emociones. Convengamos que estamos especialmente sensibles. Eso la potencia. La intervención-apropiación la resignifica. Además, valga la aclaración, para los que nos dedicamos a este oficio del arte, esta obra ya no me pertenece. El concepto de autoría se desdibuja, se corren las fronteras.
Me permito cambiar de tema. Se me ocurre una tarea para hoy, solo por hoy: reciclar la #angustia, la #desesperación, el #miedo para buscar otras formas de interactuar con uno mismo y con el mundo. #Empatía, #solidaridad, al menos con las personas de mi familia con las que estoy en cuarentena. Me espejo en ese Cristo-humano transpirado, solo, sintiéndose más solo que antes, más ridículo, paralizado ante la cámara y ante el festín de la carne, el vino, el pan y el circo.
Posdata: Y ni hablar del #feminismo. Reunión de hombres con hombres y solamente hombres para chupar, hablar de mujeres, peronismo y fútbol y contar siempre las mismas anécdotas del viaje de estudios del colegio secundario. Y ni hablar de la consciencia social, cultural y política de la práctica #vegana. Lo dejamos para otro día.
La #cuarentena va a ser larga.