El conurbano bonaerense concentra el 25 % de la población del país. El territorio tiene muchos problemas sociales, económicos y ambientales que dificultan la vida de las personas. Atentas a estas demandas, instituciones científico-tecnológicas nacionales y provinciales avanzan en la construcción del proyecto “¿En qué conurbano queremos vivir?”, un espacio de reflexión y programación de actividades de investigación y desarrollo que apunta a identificar las necesidades de la sociedad para encontrar soluciones adecuadas.

Durante la reunión en la planta baja del Edificio de Rectorado de la UNSAM, el rector Carlos Greco explicó que “el sentido de la Universidad es trabajar a partir del conocimiento para que la gente tenga una vida mejor”. En esa línea, celebró la iniciativa y dijo: “Este proyecto lo encaramos con mucha responsabilidad porque está destinada al bien común”.

Jorge Elustondo, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Provincia de Buenos Aires, manifestó el “apoyo total y absoluto” del ministerio. “El objetivo primigenio de la ciencia en la Argentina es que todo el conocimiento le sirva a la gente. Si eso hubiera pasado no tendríamos el conurbano que tenemos. Y si nos planteamos qué conurbano queremos tener, es porque sabemos que puede ser diferente”, dijo.

Carlos Greco y Jorge Elustondo

Por su parte, el presidente de la Comisión de Investigaciones Científicas, Alberto Torres, propuso la reactivación de la Red de Universidades del Conurbano Bonaerense (RUNCOB) y destacó la necesidad de institucionalizar la red y formar un grupo de trabajo por áreas temáticas. “Esto no es un iniciativa académica. Se trata de un proyecto que tiene que tener un vínculo fuertísimo con la realidad social, productiva y económica de las poblaciones del conurbano. Queremos que la ciencia y la técnica metan los pies en el barro”, dijo.

Jorge Fernández Niello, decano del Instituto de Investigaciones e Ingeniería Ambiental (3iA) de la UNSAM, explicó que la idea del proyecto es “generar un conocimiento integrado útil para los tomadores de decisiones en los tres niveles del Estado”, y enumeró los ejes de la iniciativa: territorio, riesgo climático, salud y contaminación, producción y consumo de bienes y servicios y aspectos sociales.

Más tarde, Lucas Luchilo, subsecretario de Evaluación Institucional de la Secretaría de Ciencia Tecnología de la Nación, habló de la formación de la red RUNCOB y subrayó: “Lo importante es que la constitución de esta red puede añadirle mucho valor a las iniciativas científicas, económicas y sociales que cada institución viene impulsando por su lado”.

Al cierre, Miguel Ángel Blesa, subsecretario de Planeamiento y Políticas de la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación y director del Doctorado en Ciencia y Tecnología Mención Química de la UNSAM, explicó que la iniciativa surgió gracias a la creación de la Comisión Asesora de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo Sustentable de la Nación. “El desafío es que haya un fuerte desarrollo de las capacidades de ciencia y técnica en el territorio del conurbano. Y qué mejor para eso que buscar un proyecto que esté fuertemente vinculado con el territorio. Queremos que lo que se genere acá sirva como herramienta para las autoridades que tienen que gestionar el territorio como los intendentes y autoridades provinciales”, concluyó.